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Al volante del Toyota Yaris GR Sport: más allá de la estética

En el XCI Rallye de Monte-Carlo, primera prueba del Mundial de Rallys —World Rally Chanpionship (WRC)— de la FIA 2023, los Toyota GR Yaris Rally1 Hybrid han ocupado las dos primeras plazas gracias a Sébastien Ogier (novena victoria en la legendaria prueba) con Vincent Landais de copiloto, y a Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen.

Toyota se ha impuesto en el Rally de Monte-Carlo 2023 con Ogier-Landais y el Yaris GR Rally 1

El Yaris GR Sport en el que nos sentamos ahora no es el de Ogier, evidentemente, ni siquiera el explosivo GR Yaris tres puertas de 261 CV, pues el apellido “GR Sport” se refiere a un acabado de aspecto deportivo que permite por un precio asequible Hablamos desde 19.950 euros), al conductor de a pie, disfrutar de un aroma de carreras que nunca viene mal, y de acercarse, aunque sea de lejos, al espíritu de los Yaris de competición.

Un chasis trabajado

Pero el tema va más allá del puramente estético. Es cierto que, bajo el capó del protagonista de nuestra prueba, nos encontramos con el tres cilindros híbrido de 116 CV ya conocido.

Pero Toyota ha hecho de esta variante una versión más dinámica trabajando sobre su chasis y trenes rodantes. La suspensión se ha endurecido, tanto delante como detrás; la asistencia de la dirección se ha recalibrado para que trasmita más, y se ha reforzado la carrocería bajo el suelo para obtener una mayor rigidez y, con ello, un mejor trabajo de las suspensiones. Y hay más detalles como el interior de los pasos de las ruedas delanteras, que han recibido un nuevo revestimiento para reducir el arrastre aerodinámico.

Visto desde fuera, el Yaris GR Sport se reconoce a primera vista por sus llantas específicas de 18 pulgadas en aleación pulida con detalles en rojo, en el enmallado en “G” de su rejilla de la calandra; y en la parte posterior por su contundente salida de escape y su difusor. Y además por una exclusiva pintura de carrocería, denominada como Gris Chrome, que se puede combinar con un techo en negro.

Por dentro

Llamativo por fuera y también por dentro. Cuenta con unos excelentes asientos delanteros, que envuelven muy bien el cuerpo, y cuentan con calefacción incorporada, un tapizado en negro y rojo Gazoo Racing, un volante en cuero perforado, un pedalier en metal, y también inserciones en color bronce en las salidas de aire, la consola central y los paneles de las puertas. La ergonomía está garantizada por los mandos directos y una pantalla reactiva colocada a la altura adecuada mientras nos beneficiamos de un volante con una disposición más vertical que la anterior generación del Yaris, aunque nos hubiera gustado un ajuste de profundidad con más amplitud. Si bien mide solo 3,94 m, esto no impide que ofrezca a los pasajeros traseros tanto espacio como modelos de diez centímetros más de largo.

Así se comporta

El Toyota Yaris Hybrid es lo que se denomina un “full hybrid”. Hacer esta aclaración es útil ante el uso masivo por parte de las marcas del término “híbrido” que produce una cierta confusión. Así este Yaris es capaz de funcionar en cien por cien con su motor térmico de gasolina, en cien por cien eléctrico (modo EV), o combinando ambos. Nuestro Yaris nos permite rodar en modo EV (eléctrico) en cortas distancias. Alcanza fácilmente los 35 km/h antes de que el tricilíndrico de gasolina despierte para apoyarlo. Si la batería pequeña (alrededor de 1 kWh) presenta más del 50% de carga, un pie suave sobre el acelerador y una cierta paciencia te permitirán superar los 70 km/h sin emitir emisiones. Cuando la batería del Yaris está llena, puedes forzar una conducción 100% eléctrica, pero no dura más de 3 kilómetros, y el 1,5 l arranca este tiempo en cuanto superas los 45 km/h.

Es muy agradable en ciudad y, detalle a retener, a pesar de ser una batería más pequeña que en el caso de otros modelos full-hybrid, la autonomía es semejante a la de modelos de mayor tamaño.

Cuanto más densa es la circulación, más se valora el híbrido. Y la circulación densa es el terreno de juego de un modelo urbano. Y este es el marco perfecto para este Toyota , ligeramente más pequeño que la mayoría de sus rivales, y muy manejable.

Pero no teme a la carretera o a las autovías. Es más, al estar bien insonorizado el ruido del motor (agradable), no se mete en exceso en el habitáculo cuando aceleramos con contundencia. Un detalle importante es que se adelanta con seguridad: de 80 a 120 km/h en solo 7,6 segundos.

El confort de suspensión se sacrifica un poco por los reglajes endurecidos y sus ruedas de 17 pulgadas. Pero, a cambio, en carretera andando alegre afronta las curvas transmitiendo una sensación de carrocería bien sujeta, que no se balancea, y que sigue la trayectoria que marcamos con la dirección. A ritmo vivo, es un verdadero juguete para disfrutar.

Los Toyota son automóviles muy fiables, esto es algo conocido. Y esto es aún más cierto en modelos de gasolina y sin turbo, casi irrompibles. Sus modelos híbridos reflejan perfectamente esto: me he subido en varios taxi Prius con más de trescientos mil kilómetros a cuestas y sus conductores me contaban que estaban muy satisfechos, a parte que la facilidad de conducción hacía mucho más llevadero un trabajo en el que se está muchas horas al volante.

Si, está claro que Toyota controla perfectamente la tecnología de los híbridos. Así el Yaris disfruta de la fiabilidad de sus hermanos mayores híbridos, pero con su tamaño es la perfecta combinación. Y además este GR Sport es divertido: un placer asequible, sin duda, para sentirnos “cerca” del vencedor del “Monte” sin perder de vista las necesidades de cada día.

Balance

Lo que más nos ha gustado….

+Polivalencia ciudad/carretera

+Placer de conducción

+relación entre tamaño exterior y habitabilidad

+Frenada y estabilidad

Y nos ha gustado menos…

-Algunos ruidos de rodadura

-El trabajo del cambio en algunas ocasiones, aunque ha mejorado claramente

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