Pruebas y novedades

Cupra Ateca, alta tensión

Cup (Copa de velocidad en circuito) y Racing, conformaron Cupra, el apellido que han llevado las versiones más deportivas de Seat desde que el año1996 se adoptó para una variante del Ibiza II y más tarde en los León. Pero ahora el planteamiento es diferente. Al igual que Fiat lo ha hecho con Abarth  o Citroën con DS, Seat ha convertido a Cupra en una marca en sí misma para así atraer a usuarios que, capaces de gastarse más de cuarenta mil euros en un automóvil,  se podrían ver frenados por el logo de una firma generalista.


El logotipo, dos ‘ces’ entrecruzadas: una de ellas se inspira en la actitud de las civilizaciones tribales, mientras que la otra representa estilo, deportividad y la belleza de la simetría.

Antes de finales de 2020, la marca Cupra contará con una gama de cinco modelos. En 2019 llegarán los Cupra León y en 2020 su variante en carrocería familiar ST. Y ese mismo año un SUV coupé que no tendrá forzosamente su homónimo en Seat.

Cupra será igualmente la marca perfecta para ofrecer variantes híbridas recargables y eléctricas. Así en 2020 tendremos un Cupra cien por cien eléctrico realizado sobre la plataforma MBE del Grupo VW, creada con este fin, con una línea específica  y prestaciones deportivas. Y a todo esto se sumaría un SUV de gran tamaño y de altas prestaciones gracias a un propulsor híbrido recargable gasolina eléctrico.

Pero ahora estamos ante el primer Cupra, el Ateca, un SUV de altas prestaciones que ya, desde que aparece ante nuestra vista, nos está diciendo que tiene algo distinto del modelo del mismo nombre pero con el logo Seat.

El efecto nido de abeja en las entradas de aire del frontal proporciona un aire muy racing

En la parte delantera, la parrilla presenta un efecto de nido de abeja con el nuevo escudo Cupra en el centro. Tanto la parrilla como los demás detalles y embellecedores, están acabados en negro brillante. En la zaga se encuentran las dos salidas de escape dobles, enmarcadas en el difusor trasero. Paragolpes de un diseño más agresivo y espectaculares llantas de 19 pulgadas no transfiguran este SUV compacto pero dicen bastante.

Llantas de color cobre a través de las que descubrimos los discos y pinzas Brembo

Y si miramos a través de esas llantas en cobre (color que utilizó Ferrari en sus coches de carreras de la década de los setenta, por cierto), nos encontramos unos espectaculares frenos Brembo (opcionales) que ya nos dicen mucho más. Nos dice que aquí hay que mantener bajo control elevadas prestaciones, y no nos equivocamos. Bajo el capó del Cupra Ateca late un 2.0 TSI, 1.984 cc, sobrealimentados con turbo e inyección combinada: directa en la cámara de combustión, e indirecta en el colector. Y que genera nada menos que 300 CV de potencia y 400 Nm de par que han de mover un peso ajustado de tan solo 1.615 kilos, incluyendo conductor. Va asociado a un cambio automático DSG de doble embrague con siete relaciones, recientemente desarrollado, y una tracción integral 4Drive.


Ante nuestra vista el volante en piel tras el cual aparece el Digital Cockpit que permite configurar la instrumentación a medida. Los pedales de acelerador y freno, en  aluminio, llevan unas tiras de goma para evitar que se nos resbale el pie

Subimos al interior donde el ambiente conocido del Ateca se ve potenciado con unos asientos envolventes tapizados en Alcántara y tejido con efecto fibra de carbono en los laterales y el emblema en los reposacabezas integrados. Ante nuestra vista el volante en piel tras el cual aparece el Digital Cockpit que permite configurar la instrumentación a medida. Los pedales de acelerador y freno, en  aluminio, llevan unas tiras de goma y es que no hay nada peor que en determinadas circunstancias se nos resbale el pie. Hay costuras de color cobre (el color identificativo de Cupra) en volante y fuelle del selector del cambio automático de marchas. Y el logo Cupra está en varios sitios, como en el volante, las alfombrillas o en la proyección al suelo que hay bajo los umbrales de las puertas.

La ruleta de sistema Drive Profile, que nos permite elegir entre 6 modos distintos de conducción:  Confort, Sport, Individual, Nieve, Offroad y, por supuesto, Cupra.

Según vamos analizando los mandos, encontramos una rueda junto a la palanca de cambio, es el mando del sistema Drive Profile, que nos permite elegir entre 6 modos distintos de conducción:  Confort, Sport, Individual, Nieve, Offroad y, por supuesto, Cupra.

Pero el Cupra Ateca es mucho más que lo que vemos o lo que podemos leer en su ficha técnica. Y eso se puede comprobar a su volante. Se nota y mucho una larga y trabajada puesta a punto para ofrecer un comportamiento extraordinario, un excelente placer de conducción y una sorprendente polivalencia de uso. Gracias a reglajes de suspensión que no han caído en extremismos (barras estabilizadoras no excesivamente duras) y a una amortiguación pilotada muy progresiva, incluyendo el modo Sport, este Cupra no maltrata nuestras vértebras, y al tiempo nos ofrece un comportamiento muy eficaz sobre el asfalto. La dirección, no demasiado asistida siempre que seleccionemos el modo Sport o, mejor todavía, el bautizado Cupra, acompaña las virtudes del chasis  al tiempo que permite sentir las variaciones de la adherencia. El modo Cupra deja el coche casi como una tabla, permite inhibir el ESP al completo y activa un modo de reparto de tracción para conducir de una forma más deportiva.

 Por su parte la caja automática de siete relaciones, casi excesivamente tranquila en el modo Confort pero que resulta adecuada en los bajo regímenes de una conducción urbana, muestra una excelente adaptabilidad en Sport (para adecuarse al perfil de la carretera y a nuestro ritmo de conducción). Y esto es tan claro que  preferimos usar el modo Sport en todas las circunstancias, más que en el Confort. En realidad nuestro modo preferido es el Individual, donde todo es regulable, seleccionando la dirección y el cambio en Sport y el resto en Confort. Y luego basta un toque de la palanca del cambio hacia atrás para pasar de la D en conducción relajada a la S para otras circunstancias aprovechando la impecable adaptación  a nuestras acciones  del pie derecho, tanto sobre el acelerador como sobre el freno.

Las prestaciones no tienen nada que envidiar las de SUV de marcas de prestigio y tarifas mucho más elevadas

Y las prestaciones, con un 0 a 100 km/h en tan solo 5,2 segundos y una velocidad máxima de 247 km/h, pero, sobre todo, una velocidad de paso por curva extraordinaria para un SUV. Y hablando de cifras, por los 44.900 euros (sin contar opciones) tenemos un modelo que habla de tú a tú a SUV de marcas prestigiosas y con precios más elevados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *