Desarrollar un nuevo modelo es un complejo proyecto que lleva años de trabajo a diseñadores e ingenieros, un trabajo que ha de realizarse de forma absolutamente confidencial. Sin duda guardar este secreto no es fácil, y si bien muchas de las fases hoy día se desarrollan en salas de trabajo gracias a los medios digitales, llega un punto en que, antes de la fabricación en serie, hay que salir a la calle, a la carretera para probar. A veces estas pruebas (caso de motores, suspensiones….), se realizan escondidos en modelos ya conocidos. Pero cuando se desarrolla un modelo totalmente nuevo o bien una puesta la día con cambios estéticos, surge el problema: salir al exterior y desvelar lo menos posible antes de la presentación oficial.
Hace años los fotógrafos profesionales buscaban en las zonas habituales de pruebas de cada marca, con sus teleobjetivos, descubrir los prototipos, los muletos. Hoy día que cada uno de nosotros lleva una cámara en el bolsillo, con su Smartphone, las marcas están aún más expuestas que antes.
Raíces militares
Así para tapar sus diseños han de recurrir a los camuflajes. El origen de la técnica de camuflaje proviene de una táctica militar empleada en los barcos durante la I Guerra Mundial, el Dazzle Camuflage o Camuflaje Disruptivo.
Consistía en pintarlos con patrones geométricos en blanco y negro para difuminar sus formas y confundir al enemigo. “Cuenta la historia que los artistas que diseñaban estos camuflajes se habían inspirado en las pinturas cubistas. Con este mismo principio se camuflan los coches”, afirma Edgar Aneas, experto en camuflaje de vehículos. La trama utilizada hasta ahora siempre había sido en blanco y negro. Cada marca tiene la suya propia, incluso patentada.
El camuflaje se coloca con calor aplicado sobre el vinilo a 45 grados para poder adaptarlo a las formas del coche. En las ventanas y luces se coloca uno microperforado que permite pasar la luz y ver el exterior, pero no al contrario. Para enmascarar un nuevo modelo hay que realizar un estudio previo de los elementos más representativos del vehículo y cuáles han sido los principales cambios. Hay que romper con las líneas y los colores. Lo más complicado de vinilar son los retrovisores y las partes con curvas y alerones. Lo más importante que debe camuflarse son los faros, el gráfico de los pilotos, las líneas de tensión
Los camuflajes no solo han de ocultarlas formas de un nuevo modelo sino que también han de resistir condiciones climatológicas y de conducción extremas. El material utilizado es un vinilo especial de fundición que soporta estas condiciones. “Los coches se camuflan para poder probarlos en diferentes situaciones climatológicas, temperaturas bajo cero, exposiciones largas a la intemperie, lluvia, calor en el desierto. Este vinilo está hecho de una material muy resistente y tiene unas características especiales que evita que se despegue o deteriore”, afirma Edgar Aneas.
Algunas marcas han llevado este tema más lejos cómo es el caso de Ford o Seat.
Los ladrillos de Ford
Ford ha desarrollado un camuflaje 3D de “ladrillos”. Inspirado en parte en las populares ilusiones online, utiliza miles de cilindros negros, grises y blancos distribuidos de manera aparentemente aleatoria en un caótico diseño entrecruzado. Esto hace que resulte especialmente difícil hacerse una idea de las nuevas características exteriores del prototipo de pruebas a plena luz del día, tanto en directo como en fotografías o selfies colgados en internet. “Me propuse crear un diseño que resulte caótico y confunda al ojo”, cuenta Marco Porceddu, ingeniero de prototipo de vehículos de Desarrollo de Producto de Ford Europa, que ha desarrollado el nuevo camuflaje. “Investigué sobre ilusiones ópticas en internet y di con una forma que podía copiarse y superponerse miles de veces. Esto crea tanto una ilusión óptica como un efecto 3D”. El camuflaje de Ford, diseñado para soportar temperaturas extremas, se mimetiza con los entornos invernales europeos, mientras que en Australia y Sudamérica se utilizan colores arenosos.
“Este camuflaje resultará llamativo en casi cualquier entorno, pero ha sido diseñado para destruir la integridad de la forma del vehículo, sus superficies y su color, retrasando la habilidad del cerebro humano para reconocer sus principales características”, cuenta Martin Stevens, profesor asociado de la Universidad de Exeter, quien lleva casi 15 años estudiando la pigmentación y el camuflaje de los animales. “La ilusión óptica no evita que se vea el coche, pero juega con nuestra habilidad de medir la profundidad de campo y las sombras, haciendo que resulte difícil apreciar las formas y características del vehículo. Es un truco empleado por la naturaleza para escapar de algo y esconderse que resulta igual de útil para un conductor de pruebas”.
Seat se inspira en Gaudí
En el caso de Seat , el camuflaje no se inspira en el mundo animal sino que la inspiración proviene de la técnica ideada por Antonio Gaudí del trencadís o troceado, ese tipo de ornamentación realizado con trozos de cerámica (azulejos, básicamente) unidos con argamasa, muy presente en la arquitectura modernista y una de cuyas manifestaciones más conocidas la encontramos en el parque Güell.
El trencadís ha inspirado a los diseñadores de Color&Trim de Seat a la hora de ocultar los prototipos del nuevo León: “Es la primera vez que no usamos un camuflaje convencional. Es un reto, porque lo principal es que no se vean las formas de coche. Hemos tenido que realizar muchos estudios para que desaparezca la forma pero dando un mensaje: que somos Barcelona, que somos mediterráneos, que tenemos color. Nos gusta darle sentido a nuestra escultura”, comenta Font.