Como muchas marcas premium, Volvo ha comenzado su revolución eléctrica. Entrará en vigor en 2030, cuando todos sus modelos serán “ vatios”. Tras su futuro buque insignia, el Volvo EX90 (5,04 m), que llegará a la gama a finales de 2024, en el otro extremo del espectro se encuentra el EX30 con un formato de 4,23 m y una atractiva tarifa de precios que arranca en los 37.500 euros.
Visto desde fuera, se caracteriza por unos voladizos muy cortos y una gran distancia entre ejes de 2,65 m que dinamiza sus líneas. En detalle, el recorte de su capó hundido recuerda, en cuanto a los pasos de rueda, al de un Audi TT o, para seguir en la gama SUV, al de un Range Rover Evoque. Esto aporta un toque deportivo, al igual que las aletas bien remarcadas.
En la parte trasera las luces divididas en dos en el borde de la luneta trasera evocan, de nuevo, al hermano mayor EX90. Sin embargo, el EX30 está adornado con un borde negro que rodea la trampilla del portón trasero. Una superficie que se beneficiará de su exclusiva versión EX30 Cross Country, más de tipo aventurero, que posteriormente completará la gama. El EX30 CC también se distingue por una parrilla negra, como un Peugeot 508 PSE rediseñado.
En el minimalista interior
El interior es a la vez simple, incluso simplista, y moderno. Los materiales son de buena calidad. Cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para brindar comodidad (los abridores de las puertas son perfectos), pero la ergonomía no es la más conveniente. Su minimalismo, iniciado por la EX90, destaca lo digital con una gran pantalla instalada verticalmente en el centro del salpicadero. Su parte superior actúa como instrumentación. A diferencia del EX90 pero también del Smart #1 , el EX30 no tiene pantalla detrás del volante y no ofrece, ni siquiera como opción, un head-up display. Pasará mucho tiempo antes de que el usuario se familiarice con esta solución técnica de “todo en la pantalla central”, sobre todo si viene de un coche clásico, y puede que a algunas personas les cueste bastante.
Y para que te sientas como en casa, el salpicadero está atravesado por una barra de sonido situada en la parte inferior del parabrisas que sabe crear el ambiente. En la consola central, que tiene forma de isla, se encuentra un cajón inteligente. Por otro lado, delante del acompañante no hay la clásica guantera.
Los mandos de los elevalunas eléctricos del Volvo EX30 no se encuentran como es habitual en los paneles de las puertas, sino en la consola central. Esto requiere un poco de adaptación, pero permite reducir la longitud del cableado y simplifica las conexiones. Además, al igual que los modelos eléctricos del grupo Volkswagen (ID.3, ID.4 y ID.5), un mismo interruptor acciona la luneta delantera y la luneta trasera de un lado determinado, pasamos de una a otra mediante un tercer mando.
En la parte trasera del Volvo EX30 encontramos una solución muy clásica: una banqueta con respaldo dividido 60/40 pero que no se desliza longitudinalmente.
El techo panorámico de cristal aporta mucha luz, lo que realza la ligera tapicería fabricada con materiales reciclados. En la parte trasera de la consola central encontramos, al igual que en la parte delantera, los mandos de las ventanillas, dos tomas tipo USB-C y un pequeño contenedor de almacenamiento extraíble. Pero no hay salidas de aire para el aire acondicionado, una lástima para un vehículo premium.
Por lo demás, con su tamaño Renault Captur (4,23 m), este SUV resulta bastante acogedor, aunque en las plazas traseras no somos muy bien recibidos. No es tanto el espacio que falta sino la postura que impone el piso alto, el precio de la posición de la batería. Nos encontramos con las rodillas levantadas y las piernas menos apoyadas al ser los asientos más cortos.
Maletero: mejor de lo que parece
Sobre el papel, el volumen del maletero del Volvo EX30 indica 318 litros, lo que no es mucho para la categoría; un DS3 que mide 4,12 m de largo tiene 350 litros. Pero en la práctica, con su doble fondo y sus lados rectos, resulta muy adecuado para las necesidades de una familia joven. En el revestimiento interior del portón trasero, un pictograma especifica todo lo que se puede tragar lámpara de pie, cochecito, bolsa de golf… Volvo parece tenerlo todo planeado y escrito. En la parte delantera, un pequeño capó se abre sobre un maletero de 7 litros en la que se aloja el cable eléctrico, una solución muy práctica.
Muy seguro
Es un Volvo y responde a la filosofía de una marca que en este campo ha sido pionera. Y no solo cuida a sus ocupantes, con elementos de seguridad activa y pasiva, sino también a su entorno. Por ejemplo, en las calles de mucho tráfico, la apertura de una puerta cuando pasa un ciclista es responsable de gran cantidad de caídas de la bicicleta. Los accidentes por apertura de puertas constituyen hasta una quinta parte de todos los accidentes de bicicleta en algunas ciudades y,según Cycling UK, solo en el Reino Unido, cada año un promedio de 60 personas mueren o sufren lesiones graves por golpes contra las puertas de los automóviles. Para ayudar a reducir estos incidentes, el Volvo EX30 está equipado con una alarma de apertura de puertas que te avisa mediante señales visuales y auditivas si vas a abrir una puerta cuando pasa un ciclista u otro usuario que circule por la calle.
Y al tratarse de un vehículo eléctrico, se han centrado mucho en la integridad de la batería. El chasis y la jaula de seguridad están construidos con varios tipos de acero de alta resistencia que contrarrestan eficazmente el impacto de un posible choque.
Motores y baterías a la carta
El EX30 se puede pedir con tres opciones de motores y dos tipos de baterías diferentes.
Si pasas la mayor parte del tiempo en la ciudad o sueles recorrer distancias cortas entre cargas, la mejor opción es la de un solo motor con una batería LFP. La batería LFP de autonomía estándar, que utiliza fosfato de hierro y litio, es más rentable y su fabricación consume menos recursos, por lo que esta alternativa es la mejor para quienes no necesitan la máxima autonomía. Si queremos o necesitamos maximizar la autonomía, la opción más aconsejable es el EX30 de un solo motor con autonomía ampliada mediante una batería NCM. La batería NCM contiene litio, níquel, manganeso y cobalto, y genera energía de forma más eficiente que la variante LFP. Esta opción de un solo motor con autonomía ampliada proporciona una autonomía de hasta 480 km entre cargas.
Por último, si tu prioridad es el rendimiento, interesa la variante Twin Motor Performance,que combina una batería NCM con un segundo motor eléctrico adicional. Esta variante del EX30 con tracción integral tiene una potencia de 315 kW (428 CV) y pasa de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos: ¡es oficialmente el Volvo que más rápido acelera!
Y la recarga
Otra cosa que el EX30 hace con rapidez es la carga. La variante Twin Motor de autonomía ampliada tiene una capacidad de carga de hasta 153 kW, frente a los 134 kW de la variante de autonomía estándar. Esto significa que podrás cargar la batería del 10 al 80% en poco más de 25 minutos. Además, podrás utilizar la pantalla central o la aplicación para ajustar el amperaje, el nivel máximo de carga y el momento en el que deseas iniciarla.
Al volante
Detrás del volante, el EX30 es verdaderamente un Volvo y ofrece este cóctel de serenidad y comodidad que recuerda al XC40 Recharge Extended Range. Con un toque de agilidad añadida, gracias a un peso inferior, de unos 200 kg, aunque, al anunciar 1.860 kg en la báscula, el EX30 no es nada ligero a pesar de su tamaño compacto. Eso no impide que el pequeño sueco nos ofrezca la famosa “patada en el trasero” típica de los coches eléctricos. Nuestro EX30 afirma pasar de parado a 100 km/h en 5,3 segundos, casi como un Porsche Boxster 718 de 300 CV. Es divertido durante cinco minutos y el chasis maneja bien esta oleada de potencia, sin que las ruedas traseras motrices nos traicionen. En cualquier caso resulta fácil y agradable de conducir, tanto en ciudad (donde es una delicia moverse con él) como por carretera donde nos ha trasmitido buenas sensaciones en esta primera toma de contacto y a la espera de una prueba más completa.