Lo primero son dos curiosidades sobre el nombre. La primera es que este modelo no se debería haber llamado SsangYong Torres sino KGM, que es como se llamará a partir de ahora esta marca. En segundo lugar, “Torres”. Nada que ver con las de un castillo, sino que rinde homenaje al parque nacional chileno Torres del Paine, catalogado como uno de los diez lugares naturales más espectaculares del mundo.
Dicho esto, pasamos a analizar el coche. De entrada, su imagen trasmite ganas de salir al campo. Y, además de la estética (para muchos el modelo de esta marca más bonito que se ha hecho nunca) llaman la atención sus dimensiones: con 4,7 m de largo, 1,89 m de ancho y 1,71 m de alto está a la par de modelos como Skoda Kodiaq, Volvo XC60, BMW X3 u Honda CR-V.

Y por dentro nada de rusticidad y si una imagen tecnológica: ignora los controles físicos del aire acondicionado y está equipado con nada menos que 3 pantallas. El cuadro de instrumentos es íntegramente digital y mide 12,5 pulgadas; la pantalla central alcanza las 9 pulgadas y, bajo ella, la pantalla de ajuste de temperatura y ventilación es de 8 pulgadas. En realidad, todas estas cifras hay que matizarlas: la pantalla real en su centro no debe medir más de 5 pulgadas y no permite mucha personalización. En cuanto al sistema de infoentretenimiento, digamos que no es el más moderno ni el el de respuesta más efectiva, pero puede conectarse a Apple CarPlay y Android Auto. Y aunque personalmente prefiero los botones físicos reales, la pantalla que te permite ajustar el aire acondicionado es bastante fácil de usar. En cualquier caso, el interior del Torres es muy acogedor. Los materiales y acabados no impresionan, pero tampoco decepcionan. Y, detalle importante, no se escucha ruido alguno de ajustes incluso rodando en carreteras muy malas o caminos. En cuanto a los plásticos, ciertamente están presentes en todo el habitáculo, pero son blandos en prácticamente todas las superficies superiores y duros sólo en las inferiores.

Espacio generoso
El espacio a bordo del Torres es muy generoso a pesar de una distancia entre ejes no especialmente grande de 2,68 m. Ya sea que estemos sentados en la primera o en la segunda fila, nos sentimos cómodos y bien, aunque nuestra talla sea elevada. Y también apreciamos las cortinillas integradas en las puertas traseras incluidas de serie desde el primer nivel de equipamiento. Generosa habitabilidad que no se ve perjudicada por su volumen de carga. El maletero va de 703 litros (839 litros si contamos el espacio bajo el suelo) hasta 1.662 litros con la segunda fila de asientos abatida. Y contrariamente a lo que se podría creer, se accede a él a través de un portón trasero y no a través de una puerta como podría sugerir el tirador situado a la derecha de la falsa rueda de repuesto. Con tal volumen, es una pena que no sea posible aprovechar dos asientos adicionales en el maletero como algunos de sus competidores. Pero aquí estamos siendo quisquillosos.

Un motor, múltiples transmisiones
El Torres sólo tiene un motor. Se trata de un motor de gasolina turbo de 4 cilindros y 1,5 litros, 163 CV de potencia y 280 Nm de par. Hay opción de montar GLP (etiqueta ECO) en todas las versiones. Por otro lado, según el nivel de acabado, puede enviar su potencia a su eje delantero o a sus 4 ruedas y estar asociado a una caja de cambios manual o automática. Sin olvidar que este Torres estará disponible en versión eléctrica en el primer semestre de 2024.
Lo que se necesita donde se necesita
Este motor hace un excelente trabajo y no tiene problemas para mover los 1.490 a 1.610 kilos de peso en vacío del Torres. El fabricante anuncia un consumo medio de algo menos de 8 litros a los 100 kilómetros. Ciertamente no es un deportivo, pero adelantar tampoco es un problema incluso cuando está completamente cargado y sin que el sonido del motor se ponga en evidencia. Tampoco escuchamos demasiado ruido del viento desde el interior. En cuanto a la transmisión automática de 6 velocidades, tiene bastante capacidad de respuesta combinada con suavidad, excepto al arrancar.
El Torres también tiene una gran cantidad de ayudas al conductor que funcionan bastante bien, incluido el control de crucero adaptativo que lo mantiene en el medio de su carril. El Torres es un SUV homogéneo, cómodo a pesar de una amortiguación es firme, y el comportamiento resulta sano y equilibrado, siempre que no se olvide su tamaño y las leyes de la física. En cuanto a su dirección, no es la más comunicativa, pero sí lo suficientemente precisa. Poniendo todas estas cualidades, su conducción es agradable.
A la hora de salir del asfalto, a pesar de tratarse de un SUV más que de un todoterreno, sin embargo, la altura libre al suelo está muy bien pues hablamos de 19,5 centímetros. Y también destacan sus buenas cifras en cuanto a los ángulos de ataque (18,2), de salida (21,7) y ventral (17,6 grados el ventral. En el Torres con tracción total el par se reparte automáticamente entre los dos ejes, pero tenemos un mando que nos permite bloquear el embrague del acoplamiento central repartiendo equitativamente el par entre ambos siempre que circulemos a menos de 40 km/h. En cuanto sobrepasamos esos 40 km/h, el sistema vuelve al reparto automático.
Precios y balance
El Torres está disponible desde 31.000 euros (incluyendo campaña de lanzamiento) con tracción a las 2 ruedas y caja de cambios manual de la versión de entrada Trend, ya muy equipada. Para beneficiarse de la transmisión automática hay que pagar un mínimo de 36.000 euros. Por último, para disfrutar de la tracción total, esta vez deberás pagar al menos 40.500 euros. Para todas las versiones existe la opción muy interesante GLP, por 2.750 euros adicionales.
El Torres tiene una relación entre precio, tamaño y habitabilidad bastante poco común en el mercado automovilístico actual, que lo convierte en un candidato atractivo, a lo que se suma una lograda estética aventurera.
