Hay marcas que optan por una plataforma común para sus modelos térmicos y eléctricos. Pero en Mini, mientras el nuevo Cooper térmico se basa en la plataforma modificada de la antigua generación, el nuevo Cooper eléctrico estrena una plataforma desconocida hasta ahora, proveniente de Spotlight Automotive, una empresa conjunta entre el grupo BMW (propietario de Mini) y el grupo chino Great Wall Motors ¿Puede esto ser un problema dado que el concepto de tren de rodaje de los chinos poco tiene que ver con los europeos y menos con un Mini? Afortunadamente basta unos pocos kilómetros por una carretera de muchas curvas con un asfalto en no muy nuevas condiciones para dispar cualquier duda: la sensación de “kart”, esa impresión tan apreciada por la marca de conducir un coche muy vivo, que prioriza una amortiguación muy firme al confort está ahí. Si esto no supone un gran problema en seco y cuando la carretera está lisa, la cosa se agudiza cuando la carretera está llena de baches, hasta el punto de que el Mini busca agarre y salta de bache en bache en lugar de absorber las deformaciones. En cualquier caso, la amortiguación se ha suavizado, pero es que un Mini ha de ser así: ya basta de pretender que todos los coches sean iguales.
Así que, que los puristas estén tranquilos: aunque procede de Asia, el último Cooper electrificado conserva todos los códigos de sus antepasados… Una impresión reforzada por la dirección, que no requiere mucho ángulo del volante para girar con fuerza, aunque podría tener un tacto más informativo.
Este comportamiento, también se deja sentir en el lado de la tracción: al volante del Cooper SE de 218 CV, los aumentos de par son inevitables nada más pisar el acelerador. Los 330 Nm de par dan mucho trabajo al eje delantero, que no siempre digiere todo en los primeros metros de aceleración, incluso con tiempo seco. Y si tienes la desgracia de acelerar con las ruedas giradas, ¡peor! Tampoco en este caso hay nada realmente sorprendente, ya que esto también se puede atribuir a los Mini de generaciones anteriores, con el Cooper S a la cabeza.
No compraremos un Cooper SE porque queramos un deportivo eficiente, sin embargo esta nueva versión trae consigo una gran batería de 54,2 kWh (49,8 kWh de capacidad neta). Una gran mejora respecto a los 28,9 kWh de la antigua generación, que permite a la marca anunciar hasta 402 km de autonomía WLTP. El Mini Cooper eléctrico se vuelve así versátil y ahora puede presumir de alejarse más tranquilamente de los centros urbanos, lo que antes no era muy realista. Para aquellos que, por el contrario, sólo quieran utilizar su Cooper eléctrico en ciudad, también existe un Cooper E de 184 CV, esta vez con una batería útil de 36,8 kWh (305 km de autonomía en ciclo WLTP). En ambos casos, el cargador de a bordo puede soportar hasta 11 kW, mientras que la carga rápida alcanza un máximo de 75 kW para el Cooper E y 95 kW para el Cooper SE.
La versión probada era el de batería de 54,2 kWh, con un consumo mixto homologado WLTP de 14,1 – 14,7 kWh/100 kilómetros. Al final de nuestra prueba observamos una media de 15,5 kWh/100 km en ruta mixta, autopista-carretera, siguiendo nuestro habitual recorrido Madrid a Cerezo de Abajo por la A1, y a continuación por la SG-205, de Cerezo a Cuellar, para reincorporarnos a la autovía hasta Valladolid, y viceversa. Nos quedaba una autonomía de 144 kilómetros que, sumados a los realizados, serían 374 kilómetros como máximo. Esta cifra se realiza con, por supuesto, la climatización conectada y realizando una conducción tranquila (sobre todo en autopista), pero sin buscar una eficiencia extrema. Con una conducción más dinámica, el consumo estaría fácilmente en 17 kWh, con la consiguiente pérdida de autonomía: hablamos de no más de 300 kilómetros. En ciudad, es fácil acercarse a los 400 kilómetros de autonomía realizando una conducción eficiente.
En cuanto a prestaciones, el Cooper SE eléctrico (desde 43.830 euros), con un peso de 1.680 kilos, de 0 a 100 km/h emplea 6,7 segundos y tiene una velocidad máxima de 170 km/h. En comparación, el Mini Cooper S con motor térmico de gasolina (desde 33.900 euros), con una potencia de 204 CV, pesa 1.360 kilos, acelera de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y tiene una velocidad máxima de 242 km/h.
Por fuera
Si los ingenieros trabajaron duro para darle un comportamiento conocido al Mini eléctrico de 2024, los diseñadores también han hecho un trabajo notable para que se parezca al térmico. Sin embargo, nada es igual: el parabrisas está más inclinado, el capó ya no engloba los faros, las puertas y sus tiradores son diferentes, ya no hay extensiones de guardabarros de plástico, el portón trasero es diferente, la distancia entre ejes es ligeramente más larga… Pero es inconfundible, es un verdadero Mini y, si tenemos en cuenta las opiniones escuchadas a lo largo de la prueba, gusta mucho.
Por dentro
También en el habitáculo se ha hecho todo lo posible para que el térmico y el eléctrico parezcan gemelos, aunque algunos detalles permiten identificar uno u otro. En cualquier caso, la sensación de espacio a bordo es muy buena para un coche de 3,86 m de largo y 1,76 m de ancho.
Los pasajeros delanteros se benefician de un salpicadero sencillo y espacioso y, sobre todo, de una espectacular pantalla redonda (un guiño al velocímetro Smith de los Mini de Issigonis) de 24 centímetros de diámetro. Adopta la técnica OLED, como los más recientes smartphones y televisores de gama alta, que permite colores vibrantes y altos contrastes. Navegar por los menús es bastante fácil. Mini optó por incluir una serie de modos de conducción diferentes. Juegan especialmente con la consistencia de la dirección, la respuesta del pedal del acelerador o incluso los sonidos del motor, así como con las atmósferas interiores y con diferentes y espectaculares gráficos representados en la pantalla. Divertido…, pero lo más práctico es crear una configuración personalizada usando el modo Individual, que ya no tocaremos más adelante.
Y en la parte trasera, los usuarios de talla media viajarán bien, solo los más altos y fuertes estarán apretados. Y el maletero ofrece 200 litros de capacidad.
Al contrario de lo que se anunció en su día, los Mini Cooper térmicos seguirán conviviendo con los eléctricos. A cada uno elegir el que más le convenga para sus necesidades.