Estos días se puede leer en muchos medios de comunicación que, según un estudio de Global EV Drivers Alliance (GEVA) seque anuncia “la publicación de la primera encuesta mundial sobre las experiencias de los usuarios de vehículos eléctricos”. En las conclusiones de estra encusta leemos que “el 92 % tiene la intención de volver a comprar un vehículo eléctrico de cero emisiones para su próximo coche”. «Se trata de una cifra notablemente alta y los resultados confirman que a los conductores les encanta la experiencia de los vehículos eléctricos y que estos vehículos han llegado para quedarse», afirma Joel Levin, presidente de GEVA y director de Plug In America. Los resultados ponderados muestran que solo el 1 % indica que volverá a comprar un vehículo de gasolina o diésel, y el 4 % optaría por un híbrido enchufable (PHEV) si tuviera que sustituir su vehículo mañana. «Estos resultados confirman que los conductores de vehículos eléctricos están muy satisfechos con su elección y que los informes sobre la disminución de la popularidad de los vehículos eléctricos son muy exagerados», afirma Petter Haugneland, secretario general adjunto de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos.
Pues bien , hace unos meses McKinsey & Company dio a conocer un estudio según el cual una importante cifra de propietarios de coches eléctricos se están planteando volver a los vehículos térmicos para su próxima compra.
Es cierto que esta postura depende de los países. Así, el 46% de los estadounidenses y un 28% de los chinos, se plantearía volver al térmico, mientras que en Europa sólo el 19% lo prevé. Entre ellos, los alemanes están más decepcionados con el coche eléctrico, con un 24%, mientras que los italianos que han dado el paso son sólo el 15% que quieren dar marcha atrás. Lo que es más sorprendente: el 18% de los noruegos también lo están considerando, a pesar de que los coches eléctricos son muy populares allí y representan alrededor del 90% de las ventas de coches nuevos.
En su estudio, McKinsey identifica tres razones claves que hacen que los propietarios de vehículos eléctricos duden de su elección.
El primero es el costo. Hoy en día, el 45% de los propietarios de automóviles en Europa conservan sus vehículos actuales durante más tiempo debido a su situación financiera. Entre los propietarios de vehículos eléctricos, el 40% dice que necesitarán optar por un modelo menos costoso en su próxima compra por el mismo motivo. Entre los propietarios de vehículos eléctricos que están considerando volver a utilizar vehículos con motor de combustión interna (ICE), el 41% cree que el costo de poseer un vehículo eléctrico es demasiado alto. Esto es una sorpresa, ya que el coste por uso a menudo se menciona como un motivo que compensa el precio de compra más alto que el de un coche térmico equivalente.
La segunda razón es una infraestructura de recarga insuficiente. El 40% afirma que el número de puntos de recarga públicos es insuficiente. Y el 50% piensa que la oferta actual puede satisfacer las necesidades actuales, pero que no habrá suficientes estaciones de carga públicas si hay más vehículos eléctricos en las carreteras.
Y la tercera razón, se refiere a los viajes largos. Y no se refiere tanto a la autonomía como al tiempo de recarga. El estudio indica que «En general, los viajes más largos con vehículos eléctricos requieren que los propietarios realicen ligeros cambios en sus hábitos de viaje, lo que resulta estresante; algunos propietarios necesitan planificar sus paradas de carga antes de iniciar un viaje, especialmente en carreteras desconocidas. Algunos propietarios de vehículos eléctricos creen que la búsqueda de puntos de recarga gratuitos y funcionales es disruptiva: el 26% afirma que hace que viajar sea más estresante”, analiza el estudio.
Como verán, tenemos estudios para todos los gustos.