En el “XXII Encuentro Ciudadano con la Movilidad”, organizado por el Real Automóvil Club Vasco Navarro, el presidente de esta entidad, Pedro Martínez de Artola, recordó el carácter orientativo de la directiva de la Unión Europea (no obligatorio) y señaló que antes de su implantación se debería considerar si es necesaria o no en cada circunstancia y estudiar su aplicación en base a supuestos y necesidades reales.
Buscar el equilibrio
En esta línea, el director de IPark Estacionamientos y Servicios, Sergio de Castro, realizó un análisis y reflexión sobre las ZBEs y abogaba por parametrizar los niveles reales de contaminación en cada lugar y cada momento para tomar medidas en consecuencia. Considera que si llegamos a un momento en el que todos los vehículos son eléctricos las ZBEs deberían desaparecer. Sin embargo, llegado ese momento no cree que desapareciesen. Describió circunstancias curiosas que han generado las ZBEs en distintas ciudades y la generación de diferencias sociales con los más solventes como privilegiados. Apelaba a la necesidad de buscar un equilibrio.
La postura de Ganvam
El director general de GANVAM, Fernando Miguélez, señalaba que nadie está en contra de las ZBE o de la descarbonización, si no en la forma en la que se lleva a cabo. Se debe favorecer la movilidad sostenible asequible. Se cuestionaba la ZBE, como estrategia impulsada por Europa justificada en una movilidad sostenible teniendo en cuenta que la sostenibilidad la define tres factores: el crecimiento económico, mejorar la vida de los ciudadanos y cuidado del medio ambiente. Es un error considerar a las ZBEs sólo como medidas medioambientales ya que también suponen nuevos modelos de negocio. Las ZBEs no han propiciado la renovación de vehículos, sino que ha trasladado los más viejos a otras zonas (periferias y rurales). Describió algunos factores que considera clave o estratégicos en el contexto actual: el vehículo de ocasión, la economía circular fundamentada en el desguace, la conectividad y la apuesta comercial por la movilidad total.
Punto de vista legal
Desde una perspectiva jurídica, el abogado Francisco López Lera señalaba que es erróneo y falso justificar la implantación de las ZBEs en los formatos que proponen los Ayuntamientos en base a una supuesta imposición por parte de Europa, ya que la directiva europea establece una serie de recomendaciones y principios, pero no imposiciones. La directriz europea recoge que es necesario elaborar planes de calidad del aire, donde hagan falta verdaderamente (en base a supuestos y circunstancias reales demostrables). López Lera se refirió a la necesidad de disponer de métodos y criterios comunes y herramientas certificadas para realizar las mediciones oportunas.
Buscar alternativas reales
Carlos Balado, especialista en Movilidad y Transporte Urbano y socio de INGARTEK, desde una perspectiva de la movilidad, consideraba que las ZBEs pueden ser una oportunidad en función de su enfoque y planteamiento. Deben estar fundamentadas en una razón medioambiental y su criterio de implantación debe ser adecuado. Se deben buscar facilidades y alternativas en vez de apostar por las restricciones y acabar por convertir la ZBE en un fin en sí misma y no en una herramienta. Deben ir acompañadas de alternativas reales, cómodas y asumibles para los ciudadanos.
El periodista gastronómico Josema Azpeitia propuso una ruta gastronómica por Euskal Herria para descubrir en vehículos privados en la que se descubren establecimientos hosteleros con encanto, de tradición familiar y personalidad propia que están en peligro de extinción o que cuentan con fecha de caducidad, debido principalmente a que sus responsables están próximos a la jubilación sin un relevo.
¿Una medida antisocial?
La jornada la clausuró el director gerente del RACVN, Eduardo Martínez, que fue muy crítico con las ZBEs y especialmente con aquellos municipios que la han aplicado de una forma “no proporcional y realista”, destacando el caso de Bilbao. Se mostró confiado en poder ganar en los tribunales e insistió en que “el club no está en contra de la preservación del medio ambiente”. Para el director del RACVN, la movilidad no sólo debe ser sostenible. Debe ser asumible social y económicamente, que se pueda pagar y prolongar en el tiempo y que no deje atrás a ningún ciudadano.