Pruebas y novedadesRuta verde

Mil kilómetros al volante del Hyundai Ioniq 5 versión 77 kWh

El Hyundai Ioniq 5 es un hatchback de cinco puertas que se parece a un crossover o a u SUV. Al contrario de lo que sugieren las fotos, estamos ante un coche grande, con 4,64 metros de largo y 1,89 metros de ancho por 1,65 metros de altura. Son unas dimensiones muy parecidas a las de un Peugeot 5008, por ejemplo.

Amplio, moderno, luminoso y funcional, el interior es muy agradable. Es un coche que invita a viajar. La pantalla táctil central de alto rendimiento ofrece muchas características que incluyen conectividad Android y Carplay y un sistema dedicado al capítulo de las recargas (ubicación de terminales, potencia de carga y programación).

Además de la pantalla, hay teclas físicas y táctiles en la consola central. Esta parte resulta práctica. Con ocho botones y cuatro controles deslizantes arriba/abajo, tenemos acceso a todo lo necesario. Un botón adicional en el interior izquierdo selecciona el modo de conducción. Su forma podría sugerir que es rotativo, pero no es así. Detrás del volante, además de las clásicas palancas de los intermitentes y limpiaparabrisas, se encuentra el selector de marchas en la parte inferior derecha. Me toma un tiempo acostumbrarme a su posición. Los dos radios del volante tienen cada uno una leva.

Los asientos delanteros son totalmente ajustables eléctricamente, incluso a través de la pantalla central o con los botones integrados en la parte posterior del asiento del pasajero. Como en una limusina, las personas en la parte de atrás pueden mover el asiento del pasajero delantero.

En los asientos traseros, dos adultos altos viajarán con total comodidad (la plaza central está condicionada por un apoyabrazos) aunque sean también altos los ocupantes de las plazas delanteras: no hay temor a viajar con un jugador de baloncesto. Estos asientos se deslizan, eléctricamente, en dos partes, más de 20 centímetros, pudiendo jugar así con el espacio para las piernas o el volumen del maletero según nuestras necesidades.

Los numerosos y prácticos espacios de almacenamiento se complementan con un maletero de buen tamaño (525 litros) aunque más pequeño de lo esperado a la vista de las dimensiones exteriores, y un compartimento adicional de 24 litros colocado debajo del capó para guardar los cables de carga, que viene muy bien pues así despejan la zona del equipaje.

La parte mecánica

El motor de imanes permanentes va situado en el eje trasero: esta versión es un todo atrás (propulsión y situación del motor), pero hay también otras variantes 4×4, que no es el caso del modelo probado.

Ofrece un par instantáneo de 350 Nm y una potencia de 229 CV. El 0 a 100 km/h se hace, según cifras oficiales, en 7 segundos. El cuello no se pegará al reposacabezas, pero las aceleraciones francas y lineales son sobradamente suficientes para adelantar con total seguridad en nuestras carreteras, al igual que la velocidad máxima limitada a 185 km/h. Hyundai ha implementado todo un arsenal para maximizar la autonomía. Comenzando con tres modos de conducción, incluido un «Eco» que suaviza la respuesta del motor y reduce el consumo de energía del equipo. A esto hay que sumar un inteligente sistema de recuperación de energía con varios niveles de intensidad que va desde el “vuelo a vela” hasta el i-pedal (deceleración hasta la parada sin frenar). Dependiendo de su estilo de conducción, es posible recuperar mucha energía o gastar muy poca.

Realizamos nuestra prueba en modo “normal” en condiciones desfavorables en carretera y autopista (temperaturas de 8°C y viento) en un recorrido mixto, compuesto a partes iguales por autopista, carreteras secundarias y ciudad. Con una conducción deportiva y utilizando todos los elementos de confort, observamos una media de 25,4 kWh, con 332 km de autonomía en ciudad, 276 km en carretera y 253 km en autovía. Realizamos el mismo recorrido, pero ahora realizando una conducción eficiente y con mejores condiciones climáticas. Y la media baja de forma espectacular: 18,1 kWh/100 km. Esta buena puntuación permite en la práctica una autonomía de unos 425 km. Recorrer 500 kilómetros con una sola carga es bastante factible si juegas con los diferentes modos y no utilizamos autopista donde a las velocidades consentidas, el consumo se dispara hasta unos 24 kW/100 km. En cualquier caso, y a la vista de nuestras pruebas, hablar de un consumo medio de 22,5 kWh a los 100 kilómetros es una cifra muy real.

Con la batería de 77 kWh, es más fácil planificar viajes largos sabiendo que, como beneficio adicional, el coreano tiene un activo bajo la manga: su carga rápida. Nuestro Ioniq 5 está equipado con el sistema de 800 voltios capaz de aceptar una carga de corriente continua (CC) de hasta 350 kW. Suficiente para autorizar teóricamente una recarga del 0 al 80% en tan solo 18 minutos. Pero nosotros pensamos que la clave de un coche eléctrico está en evitar recargas en nuestro recorrido para no penalizar el tiempo de viaje.

En cuanto a sensaciones, su anchura sin contar los retrovisores (1,89 m) le penaliza en ciudad y en aparcamientos, Nuestros retrovisores eran cámaras que transmiten su imagen a unas pantallas interiores. La verdad es que, al principio se extrañaban, pero luego resultan eficaces. No nos gusta, sin embargo, que al aparcar y, si bien se pliegan, estas cámaras quedan bastante expuestas.

En carretera el Ioniq 5 es especialmente agradable de conducir. La amortiguación compensa perfectamente el exceso de peso y las llantas de gran diámetro para garantizar un muy buen nivel de confort. Este excelente viajero también disfruta de una buena insonorización a altas velocidades que hace agradables los desplazamientos por autopista. En carreteras viradas, la carrocería apenas se inclina, y sigue fielmente las trayectorias indicadas, pero no es ni pretende ser un deportivo.

En conclusión, además de ser un eléctrico muy utilizable, lo que hace que el Hyundai Ioniq 5 sea realmente especial es el empaque que envuelve toda esta tecnología. Una original carrocería neo-retro que homenajea al maestro Giugiaro (vean sin no una foto de los primeros bocetos que el diseñador italiano hizo para el primer Lancia Delta a finales de los 70). Y que al mismo tiempo ofrece un espacio interior de una amplitud y comodidad extraordinarias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *