El motor 1.2 PureTech sufre problemas recurrentes, se puede leer y escuchar en muchos medios y redes sociales. Pero eso no significa que el 100% de la producción se vea afectada. Pero, ¿qué hacer incluso cuando el coche no tiene problemas? Aunque no existen soluciones milagrosas, algunas precauciones pueden minimizar el riesgo de problemas con el 1.2 PureTech.
Es muy importante, más allá de sensacionalismos mediáticos, ser conscientes que cuando se habla de fiabilidad de un automóvil de su motor, no existe ni el 0% de averías ni el 100%. Así, aunque la proporción de motores afectados sea muy superior a la media, esto no significa que toda la producción acabe sufriendo problemas graves.
Pero, no solo debemos pensar en la suerte, hay que adoptar una serie de medidas preventivas, tanto para evitar averías como, en el caso de que se produzca, poder negociar con la marca.
Mantenimiento al pie de la letra
La primera clave es seguir al pie de la letra recomendaciones de mantenimiento dadas por el fabricante. Este consejo está lejos de ser específico para 1.2 PureTech, es aplicable a todos los motores y no garantiza que evite problemas. Con mayor razón en el caso del motor Stellantis de tres cilindros, que ha sido objeto de varios cambios de instrucciones a lo largo del camino para intentar frenar la cascada de averías, en particular sobre el tipo de lubricante que se debe utilizar durante los cambios de aceite. En este ámbito, el 0W30 elegido inicialmente, muy fluido, parecía más propicio para reducir el consumo que para optimizar la fiabilidad. El intervalo de sustitución de la correa de distribución también se ha acortado en los últimos años
En estas condiciones, no siempre es fácil orientarse. Pero seguir el plan propuesto por Peugeot, Citroën, DS y Opel es la mejor manera de esperar una cobertura, al menos parcial, de cualquier daño sufrido por su motor. Cualquier desviación en este ámbito es a menudo un pretexto para el rechazo. Pero recordemos que se puede utilizar un taller independiente de la red de concesionarios de la marca, pero siempre que todas las intervenciones sigan las normas dadas por el fabricante y que estas actuaciones aparezcan reflejadas con detalle en las facturas correspondientes.
En el 1.2 PureTech, cada revisión debe incluir un control del grosor de la correa de distribución, ya que esta pieza crucial puede desgastarse prematuramente.
Y adaptado al uso
Y también es muy importante tener en cuenta que el mantenimiento de un coche también debe adaptarse al uso que se hace del mismo. Cuidado si realizamos muchos trayectos cortos con el motor frío, especialmente en ciudad. Para un bloque térmico, sea cual sea, esto siempre genera fuertes limitaciones, porque la lubricación no es óptima hasta que el aceite alcanza una determinada temperatura. En este tipo de casos, para el 1.2 PureTech, Stellantis recomienda en particular realizar una revisión cada 15.000 km, en lugar de 25.000 km en condiciones de uso “normales”. También se recomienda un reemplazo del filtro de aire, bujías o refrigerante más común. Por otro lado, esto no tiene mayor impacto en la frecuencia de cambio de la correa de distribución, que permanece fija en aproximadamente seis años o 100.000 km, sabiendo que lo que cuenta aquí es el primer plazo alcanzado. Los talleres Peugeot , Citroën, Opel y DS han recibido un documento sobre este estricto mantenimiento.
Control nivel de aceite: no confiarnos en la electrónica
El control del nivel de aceite es muy importante en cualquier motor y muchos usuarios ni saben dónde está la varilla para controlar tanto el nivel como el estado del aceite. La presencia de indicadores electrónicos o de los ordenadores de a bordo que indican los plazos de mantenimiento puede hacernos a veces olvidarlo, confiarnos en exceso. En el caso del Stellantis de tres cilindros, añadir un control manual “a la antigua usanza” al menos una vez al mes sigue siendo más que recomendable, sobre todo cuando el vehículo supera los 70.000 km. De hecho, uno de los principales defectos de este motor es su marcada tendencia al consumo excesivo de aceite, ligada a una segmentación defectuosa. Al controlar el nivel del aceite se reduce el riesgo de avería, y se puede acudir al taller si se necesita agregar lubricante con demasiada frecuencia. Esperar a que se encienda una luz roja en el salpicadero…, puede que ya sea demasiado tarde. En mecánica como en medicina, siempre es mejor prevenir que curar.