Este nuevo Juke híbrido, cuenta con un motor de gasolina Nissan de 94 CV y un par máximo de 148 Nm. Le acompaña un motor eléctrico también de origen Nissan (36 kW – 49 CV y 205 Nm de par. De Renault es el alternador de arranque de alto voltaje de 15 kW, el inversor y la batería refrigerada por agua de 1,2 kWh (que resta 68 litros a los 422 litros del maletero), así como la caja de cambios automática.
Para reducir la fricción, esta caja de cambios utiliza embragues de empuje en lugar de anillos sincronizadores convencionales, para cambiar las 4 marchas «de combustión» y 2 marchas «eléctricas». e. Todos los arranques del vehículo son 100% eléctricos, y los 2 motores eléctricos se utilizan en combinación para sincronizar los engranajes, ofreciendo una aceleración suave, constante e inmediata. La caja de cambios está controlada por un algoritmo que gestiona los momentos de cambio, la regeneración de la batería, así como la arquitectura avanzada serie-paralelo. El tren motriz puede navegar a través de diferentes requisitos de hibridación (serie, paralelo, serie-paralelo) de acuerdo a los requisitos de aceleración y potencia, todo sin ninguna intervención del conductor. Esta caja de cambios es un poco lenta al bajar de marcha.
Consumo ajustado
La hibridación no recargable proporciona un 25% más de potencia que el motor de gasolina de 114 CV, mientras se beneficia, si su uso lo permite, de una reducción en el consumo de combustible de hasta un 40% en el ciclo urbano y hasta un 20% en el mixto. Las cifras homologadas nos dan un gasto medio de 5,3 litros. Pues bien, son cifras muy reales pues en el consumo medio de nuestra prueba (hablamos de cerca de 1000 kilómetros) la media ha estado en 5,7 litros, un excelente resultado.
Al levantar el pie del acelerador, el motor eléctrico actúa como generador y capta energía cinética, transformándola en electricidad que se almacena en la batería. Por lo tanto, el conductor tiene frenado regenerativo y frenado de «disco/pastilla» para recargar. Ambos sistemas actúan sin que nos demos cuenta.
Se puede jugar con el sistema «e-Pedal Step» que, si lo enciende, le permite conducir el automóvil usando solo el pedal del acelerador: se quita el pie del acelerador y se produce una ligera frenada hasta 5 km/h. No solo la deceleración, fuerte, se parece a la de un coche 100% eléctrico, sino que no sufrimos un pedal de freno con respuesta esponjosa, defecto de muchísimos coches eléctricos. Finalmente, con una batería (1,2 kWh), puedes, de forma 100% eléctrica, recorrer como mucho 3 kilómetros sin superar los 55 km/h. Más allá de eso, el motor de combustión se hace cargo.
Tres modos de conducción
El Juke Hybrid ofrece tres modos de conducción. El «Eco» es tan solo para usarlo solo si no tiene prisa. Para un uso habitual, el “Normal” me parece el más adecuado y el “Sport” está ahí por principio porque no es la vocación del coche. Cada uno de estos modos afecta a la asistencia de dirección, el funcionamiento del aire acondicionado, la respuesta del pedal del acelerador, el frenado regenerativo y la carga de la batería.
Sin embargo, a pesar de la solución adoptada y la ganancia de potencia (143 contra 114 caballos), las prestaciones son buenas, pero no pensemos en nada deportivo: el 0 a 100 se despacha en 10,8 segundos, lo que es un poco mejor y un poco peor que el no híbrido: 10,4 (caja de cambios mecánica) y 11,1 segundos (caja de cambios DCT) para el mismo ejercicio. Este último era capaz de alcanzar los 180 km/h de velocidad máxima frente a los 166 km/h de la versión híbrida. Y tendrás que tener paciencia para intentar tener esa sensación de velocidad… Pero las cifras que nos hablan de prestaciones no lo son todo y, ya ven, personalmente me quedo con esta versión hybrid del Juke con los ojos cerrados por el placer de conducción que transmite.
Sin ser tan radical como su antecesor, que hacía temer al más mínimo golpe, este Juke de segunda generación ofrece una amortiguación firme, que da prioridad al control de la carrocería. Los que aman la comodidad tendrán que pensárselo dos veces con unas llantas que pueden, en opción o en el tope de gama, subir hasta las 19 pulgadas que empeoran el panorama. Pero, para quienes gusta una carrocería bien sujeta, conducir el Juke es muy agradable, transmite seguridad.
Elementos identificativos
Además del personal diseño del nuevo Juke que nos había seducido durante la primera prueba (aunque esto es subjetivo), en esta versión vemos detales propios como la presencia de insignias «Hybrid» en las puertas delanteras y el portón trasero, el nuevo logotipo de Nissan en la parrilla (de malla), o una franja negra brillante en la unión con el capó, una parrilla, el alerón sobre el portón, pequeños detalles que te permitirán reconocer la versión híbrida del Juke.
A bordo, la pantalla se ha adaptado al sistema híbrido: el dial derecho indica la velocidad y el izquierdo la potencia. En este último, la aguja pasa de “Charge”, cuando la regeneración de energía está en curso, a “Eco” cuando la propulsión es eléctrica y “Power” cuando se combinan el motor de gasolina y el eléctrico. Se puede mostrar una representación visual de los flujos de energía en la pantalla de 7 pulgadas ubicada entre los dos diales. Por otro lado, ¿por qué han situado el interruptor que permite activar el e-Pedal Step en la consola central, ¿detrás del freno de mano eléctrico? Podría ir en el volante y así poder activarlo rápidamente según las necesidades de conducción.
En conjunto, el Nissan Juke tiene, por tanto, muchas cualidades de atraer a los amantes de los pequeños SUV, como son el comportamiento del motor, el consumo muy ajustado y la relación entre precio y equipamiento.
Detalles identificativos