Opel y los rallyes están unidos por una larga historia. El Corsa-e Rally que derrapa por las curvas en la ADAC Opel e-Rally Cup, es descendiente de los legendarios coches y pilotos de rallyes de Opel de los años 70 y 80. Después de los éxitos con el Kadett GT/E y el Ascona A, lo más importante llegó en la temporada de 1982. Walter Röhrl ganó el Campeonato Mundial de Rally para pilotos con el Opel Ascona 400 de tracción trasera frente a una fuerte competencia con tracción a las cuatro ruedas. A pesar de los destacados avances de la ingeniería en ese momento, se necesitó a este piloto tan especial para hacer realidad el sueño del título. Ahora, exactamente 40 años después de lograr sus éxitos con el Opel Ascona 400, el magnífico piloto bávaro puede celebrar otro gran aniversario. ¡El 7 de marzo de 2022, Walter Röhrl, definido en la «Historia del rally de Opel» como «estratega táctico, luchador y duro, adorado por sus seguidores y temido por sus rivales», cumplirá 75 años! Opel dice: «¡Felicidades, Walter Röhrl!»
Década de los 70: Opel y Röhrl celebran sus primeros éxitos
Walter Röhrl nació en Regensburg en 1947, desde muy joven fue un gran deportista practicando fútbol, remo, esquí y finalmente automovilismo. «Rally mejor que carreras» esa fue la decisión del joven bávaro. Ya en 1973, el entonces piloto de 26 años conducía para Opel con Jochen Berger como copiloto, y juntos ganaron el Campeonato de Europa de Rallyes solo un año después. El coche ganador fue un Opel Ascona A de fábrica. Al año siguiente, Röhrl dio a Opel la primera victoria en el campeonato del mundo, que al mismo tiempo fue su primer triunfo en la especialidad. En 1977 el joven y talentoso piloto y la tradicional marca de rallyes separaron sus caminos; en ese momento nadie podía pensar que los mayores triunfos juntos estaban aún por llegar.
“Misión MonteCarlo”: victoria en la primera carrera en WRC
Walter Röhrl regresó a Opel en 1982. Allí se encontró con su ex copiloto, Jochen Berger, que era director de competición de Opel. Comenzó a trabajar con un nuevo copiloto, Christian Geistdörfer, que fue decisivo en el éxito de la «Misión MonteCarlo». El Opel Ascona 400, que se consideró como una de las máquinas más fiables de la época, fue diseñado por el ingeniero jefe Karl-Heinz Goldstein. Aquel automóvil de tracción trasera rendía 191 kW/260 cv (hay más información sobre el automóvil al final del texto) y los ingenieros lo pusieron perfectamente a punto para que Röhrl demostrara sus cualidades frente al Audi Quattro de tracción total en la 50ª edición del Rally de MonteCarlo.
En la biografía de Röhrl “Aufschrieb”, Goldstein describe cómo la combinación de un automóvil muy fiable y bien puesto a punto para un piloto muy decidido hizo “clic”. “Antes de la última noche, tenía una ventaja de solo 31 segundos sobre Hannu Mikkola/Audi. Entonces Walter eligió el Col de la Madonne como el punto donde decidió el rally. Esa noche puso todos sus huevos en la misma canasta y pilotó en la carretera de la Madonne al límite absoluto. Esa exhibición destrozó el espíritu de lucha de Hannu”. Röhrl ganó el legendario Monte por segunda vez y por primera vez con Opel. Un comienzo perfecto para la temporada de 1982.
Rallye Costa de Marfil: una tensa batalla hasta el final
El Campeonato del Mundo de Rallyes de 1982 se convirtió en un verdadero suspense en las siguientes pruebas, que muchos aún hoy en día recuerdan. El duelo fue entre el Opel Ascona 400 pilotado por Röhrl y Michèle Mouton al volante de un Audi Quattro. Mientras que los coches de rally con tracción a las cuatro ruedas tenían ventaja sobre nieve, grava y superficies sueltas, Röhrl, un estratega con nervios de acero, esperaba los momentos y lugares adecuados para sumar puntos con su Opel.
El cálculo dio sus frutos. La penúltima prueba del campeonato, el Rally de Costa de Marfil con sus 5.000 kilómetros de longitud (que además no era una de las pruebas preferidas por Walter), decidió el título mundial de pilotos. Mientras que el Opel Ascona 400 funcionó como un reloj y soportó el castigo, los vehículos rivales tuvieron mucha menos fiabilidad. Como comenta Klaus Buhlmann en “The Opel Rally Story”: “El resultado de este campeonato mundial, sin embargo, parecía justo. Opel logró dos triunfos y Audi siete en el campeonato mundial. Pero mientras Mikkola y Mouton a menudo fallaban espectacularmente, Röhrl sumó puntos con la regularidad y la precisión de una computadora. Logró terminar en el podio en ocho de las diez carreras que corrió, con solo un abandono y un cuarto puesto. Esa regularidad de récord mereció el más alto reconocimiento. Sin duda fue el éxito de un piloto diferente, pero sin duda también fue debido al mérito de un buen equipo y al Opel Ascona 400, ¡probablemente el coche de rally más fiable de su época!”. Con esta combinación perfecta, Opel y Röhrl/Geistdörfer alcanzaron el éxito frente al Quattro con tracción total y aseguraron el título del Campeonato Mundial de Pilotos con 109 puntos
Habla claro, concentrado, exitoso: el carácter detrás del piloto Walter Röhrl
Röhrl es famoso por ser un perfeccionista sobre todo por no andarse con rodeos. Simplemente quería demostrar que era el mejor piloto de rallyes del mundo, en cualquier coche. Mientras otros pilotos charlaban o fumaban en un área de servicio, él permanecía en su coche estudiando las notas para la siguiente etapa. Como piloto, Walter Röhrl es idolatrado por los aficionados al automovilismo de todo el mundo. Como deportista intransigente, sin miedo a expresar su opinión, disfruta del mayor respeto de sus compañeros. Quizás uno de sus contemporáneos lo resuma mejor; John Davenport, ex copiloto de rallyes y director deportivo en British Leyland, escribió en la revista británica “Motor Sport” en 2002 describiendo a Röhrl como una mezcla explosiva: “Una combinación muy especial de talento sublime, moral inquebrantable y honestidad brutal. ” ¡Felicidades por los 75 años, Walter Röhrl!