Exteriormente estamos ante un monovolumen que casi parece una berlina familiar  y con un estilo deportivo acentuado en este acabado ST Line. Una vez en el interior nos encontramos amplitud y una atmósfera acogedora. Se constata la presencia muy reducida de botones en la consola central. Ford ha optado por un estilo depurado controlando al máximo  los sistemas desde la pantalla táctil de 8 pulgadas. .

Los asientos de cuero ofrecen una buena sujeción  y su estilo de tapizado da más carácter a un habitáculo bastante clásico.

Permite viajar hasta siete ocupantes distribuidos en tres filas de asientos. Las tres plazas de la segunda fila ofrecen una buena anchura, los asientos son cómodos y el piso es prácticamente plano. La tercera fila tiene menos sitio, pero si adelantamos un poco los asientos de la segunda, caben dos personas de hasta unos 1,80 metros de estatura, si bien las piernas les quedan algo elevadas respecto al cuerpo puesto que las banquetas están cerca del piso. Los asientos de la segunda y tercera fila permiten diversas posibilidades de configuración o eliminarlos para conseguir una superficie plana para cargar bultos (y cabe mucho). En nuestra unidad de pruebas los asientos de la segunda y tercera fila se  plegaban mediante  un mando situado en los laterales del maletero. No se pueden dar más facilidades.

Motores actualizados

Ford ha realizado para 2019 una importante actualización de su  oferta de motores para el S-Max.  El diésel 2.0 EcoBlue, sustituye a los TDCi y está disponible con cuatro niveles de potencia: 120, 150, 190 y el Bi-Turbo de 240 CV. También se ofrece una caja de cambios automática de ocho relaciones como opción para los dos bloques intermedios y de manera estándar para el más potente, que se maneja mediante una ruleta en la consola central o con levas tras el volante.

Sensaciones al volante

Hemos probado el Ford S-Max diésel de 190 CV asociado a este cambio automático PowerShift de 8 relaciones que saca mucho provecho a los 400 Nm de par de esta mecánica, con una buena reactividad. Acelera en 9,5 segundos y llega hasta los 211 km/h, y además contamos con el sistema de tracción total AWD que le aporta un plus de agarre en condiciones climatológicas adversas.

Esta combinación permite que la marcha sea muy relajada y cómoda puesto que el cambio de marchas transmite a las ruedas la potencia del motor con total ausencia de tirones y responde con suficiente rapidez a las necesidades del conductor

En ciudad nos movemos sin problema y eso que sus 4,80 metros de largo puedan parecer un estorbo.  Pero su buen radio de giro y la dirección adaptativa juegan a su favor. No confundamos con la variación de asistencia en función de la velocidad: la dirección adaptativa tiene como función corregir la desmultiplicación de la dirección en función de la velocidad. Dicho de otra forma, cuanto más despacio vamos, más baja será la desmultiplicación y menos necesario será girar el volante.  A destacar igualmente la presencia del Park Assist que facilita la tarea del conductor a la hora de aparcar. Nos busca el hueco del lado que encendamos el intermitente y luego el hace toda la maniobra y solo nos toca gestionar el acelerador. Funciona con bastante eficacia.

En autopista el extenso equipamiento de que dispone el S-Max  facilita nuestro trabajo de conductores. El limitador adaptativo lee las señales y gestiona la velocidad. Si preferimos no tocar el pedal de freno, el regulador se encarga de detectar el vehículo que nos precede y ajusta la velocidad a su ritmo según una distancia predeterminada. Bastará con adelantar a este vehículo para que retomemos la velocidad de crucero inicialmente programada. Y por supuesto a la hora de adelantar el sistema de información de puntos ciegos (BLIS) detecta ahora vehículos que se aproximan a una distancia mayor: gracias a la nueva función de alcance variable en la parte trasera, puede detectar vehículos hasta 18 metros por detrás.

Pero aún hay más. La ayuda de mantenimiento en la vía (LKA – Lane keeping assist) nos sirve para conservar la trayectoria. El coche lee las bandas blancas del asfalto y nos advierte con una vibración en el volante que nos desviamos de la vía correcta. Si se lo permitimos, el S-Max puede tomar la decisión de recolocarnos en la vía con un pequeño toque de volante. Una autorización que es preferible no dar más que en autopistas pues en otro tipo de carreteras desestabiliza bastante.

La climatización, la radio, el navegador y el teléfono se gestionan muy bien con el sistema de voz . Con el apoyo de la pantalla táctil en color de 8 pulgadas que se puede manejar mediante gestos de pellizco y deslizamiento, el SYNC 3 es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

Aunque sorprenda hablando de un monovolumen, se disfruta mucho en carreteras de montaña. Por supuesto no es un Focus ST, pero una vez activado el modo S deportivo, del cambio, nos ofrece un excelente tacto de conducción, un sano comportamiento y hay que intentar una conducción muy agresiva para poner en evidencia a este familiar. No olvidemos tampoco, cuando el suelo está deslizante, que disponemos del sistema AWD (All Wheel Drive) de cuatro ruedas motrices: detecta que las ruedas delanteras pierden adherencia y en menos de 20 milisegundos puede ajustar la entrega de par hasta un 50/50 entre las anteriores y posteriores.

De noche hemos apreciado mucho  el Sistema de Iluminación Frontal Adaptable que ajusta el ángulo del haz de los faros para que se adapte al entorno de conducción y puede evitar deslumbrar a otros conductores con la función de luz de carretera sin deslumbramiento. Funciona bien, no da problemas y ofrece un plus de visibilidad nocturna muy apreciable

En el total de kilómetros recorridos el consumo medio ha estado en los 7,7 litros pero en autopista podemos movernos en los 6,5 litros.

Conclusión

Modelo veterano en su concepción original, el S-Max no ha perdido interés con el paso del tiempo. Su fiabilidad le sitúa entre los mejores modelos del mercado, su espacio interior y siete plazas nos ofrecen una versatilidad y carácter práctico inalcanzable para los SUV de moda, su rico equipamiento y comportamiento dinámico son un valor a la hora de viajar cómodamente.