Pruebas y novedades

Koleos, el SUV alto de gama de Renault

En su alto de gama Renault nos ofrece, en cuanto a berlinas, el Talismán (con una variante Sport Tourer de carrocería familiar); ya como monovolumen si bien con una personalidad estilo crossover, al Espace; y si queremos un SUV, tenemos el Koleos.

El actual Renault Koleos no tiene nada que ver con la primera generación nacida en 2008 y  derivada de un Samsung. Con unas dimensiones  ya importantes (4,67 metros de largo) el actual se posiciona entre los grandes SUV familiares. Y esto adquiere todo su sentido en esta versión alto de gama Initiale Paris con el motor  2.0 dCi de 175 CV, transmisión 4×4 y cambio automático  X-Tronic, protagonista de nuestra prueba.

Fabricado en Corea pero sobre la base de la plataforma del Nissan X-Trail, el Koleos ofrece tarifas bastante competitivas teniendo en cuenta el tamaño y la generosidad de su equipamiento. La versión, el tope de la gama, tiene un precio de 46.210 euros, una suma importante  pero que incluye de serie la tapicería de cuero Nappa de excelente tacto, el  GPS Europa con gran pantalla táctil de 8,7 pulgadas, en posición vertical en el centro del salpicadero (como en el Espace o en el Talisman) , los asientos delanteros con calefacción y ventilación, el portón eléctrico, el sistema de audio Bose, la alerta por cambio involuntario de carril, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico, un detector de vehículo en el ángulo muerto de los retrovisores, un sistema que cambia automáticamente entre luces cortas y largas y un sistema de aparcamiento semiautónomo ( mueve el volante en la maniobra de aparcamiento, mientras que el conductor se encarga de regular la velocidad con los pedales). Los faros son de leds para todas las funciones de iluminación ( LED Pure Vision) con un sistema que bloquea el haz de forma automática para no deslumbrar a otros usuarios de la vía. Otros detalles específicos del Initiale Paris son las ventanillas laterales laminadas, el volante y el pomo recubiertos en una piel distinta, o las alfombrillas más gruesas.

Los acabados tienen un excelente nivel

El acabado interior tiene una calidad de ajustes muy buena. El puesto de conducción es cómodo pero hay que sentarse más alto de lo habitual pues la posición de los espejos retrovisores exteriores, que quedan algo elevados respecto al conductor, quitan visión en los giros pronunciados, especialmente a la izquierda.

La instrumentación se ve en una pantalla de 7 pulgadas como la del Mégane, y tiene diversas posibilidades de configuración en función de las preferencias del conductor. La guantera es grande. Detrás  de la palanca de cambios hay dos cajones. Uno está cubierto por una tapa corredera y otro por el reposabrazos (no regulable en altura). En las plazas delanteras hay conexiones USB, de tipo auxiliar, un lector de tarjetas SD y una toma de corriente de 12V. En las plazas posteriores también puede haber conexiones USB.

Unas buenas plazas traseras

Las plazas posteriores son muy amplias pero el asiento es fijo, no tiene desplazamiento longitudinal.

El maletero tiene un volumen  de 579 litros de capacidad. Los respaldos del asiento posterior se pueden abatir mediante unas palancas de buen tamaño y fáciles de accionar, ubicadas en los laterales del maletero. Con esta configuración, el volumen de carga asciende a 1795 litros.

Son 579 litros de volumen ampliables a 1795 tumbando los respaldos del asiento trasero

Pero hay que incluir en estas medidas que bajo el piso del maletero hay un amplio hueco ocupado por un lado por una estructura de corcho de unos 8 centímetros de grosor con compartimentos para guardar objetos como pueden ser herramientas, triángulos de emergencia o chalecos. Y por otro lado baajo esa estructura hay un hueco donde se puede alojar (es una opción que cuesta 125 euros) una rueda de repuesto de medidas de emergencia. El portón trasero se puede accionar desde el propio portón, pasando el pie por debajo del parachoques, con el mando a distancia o desde un botón en el lado izquierdo del salpicadero, que nos permite abrir y cerrar.

Un diésel silencioso de 175 CV de potencia

El motor es el  conocido  2.0 dCi de 175 CV asociado a un cambio tipo CVT de variador continuo y con tracción a las cuatro ruedas. El conjunto es muy cómodo para uso familiar. A esta comodidad contribuye la buena insonorización y ausencia de vibraciones: el nivel sonoro es inferior al del Nissan X-Trail.

 En el interior no se percibe que es un diésel pero no olvidemos también que esta versión Initiale París está equipada de cristales laminados que favorecen la insonorización. En cuanto al defecto típico de las cajas de cambio de variador (que el motor se embala en las aceleraciones y recuperaciones) aquí está bien controlado salvo que pisemos a fondo el acelerador. Completando este cómodo panorama tenemos unas suspensiones blandas.

Pero el reverso de la moneda de ese chasis elástico  es que en curva el balanceo de la carrocería es un poco pronunciado y que el tren delantero se aplasta sobre las ruedas cuando el ritmo aumenta. Pero el Koleos está pensado para una conducción familiar , no deportiva, y las buenas prestaciones  del dCi de 175 Cv y 380 Nm de par lo que nos permiten es movernos con seguridad y sin penuria con el coche cargado a tope.

En el campo puede ir mucho más allá de lo que la mayoría de sus propietarios le exigirán

Si bien es un SUV también tiene cualidades para salir del asfalto sin temor. En los caminos recorridos a buen ritmo se nota el elevado nivel de confort  con unos trenes rodantes que absorben con eficacia agujeros e irregularidades (el único problema es que si nos pasamos de velocidad puede dar un bote). Esta versión tope de gama la altura libre al suelo es ya importante, de 21 centímetros (frente a 19 mm de las versiones de tracción delantera) y  lleva un sistema de tracción integral que asegura una excelente adherencia al suelo y tracción óptima en cualquier tipo de circunstancia, con tres  modos que seleccionamos con una tecla. En este sistema, denominado el All Mode 4×4-i, el primer modo ( 2WD) es de solo tracción delantera, y nos permite un máximo ahorro de combustible: en la prueba y en este modo la media a los cien kilómetros ha estado en los 6,7 litros. En el segundo (4WD Auto) se reparte el par motor de forma automática entre las ruedas delanteras y traseras: la trasmisión 4×4 envía todo el par al tren delantero con el asfalto seco y distribuye una parte de la potencia a las ruedas traseras cuando es necesario para mejorar la motricidad. Esto puede ser un 20% a la salida de una curva con un asfalto en mal estado y hasta el 50% si el suelo está húmedo. El funcionamiento está gestionado por la electrónica y no precisa ninguna intervención nuestra.

Y el último modo que podemos seleccionar (el 4WD Lock), con el que bloqueamos y tenemos un reparto del par motor al 50/50 cuando se circula a velocidades inferiores a 40 km/h por zonas de adherencia complicada.

El Koleos sorprende positivamente. Ofrece un elevado nivel de calidad, es cómodo,  amplio y muy bien equipado (en esta versión Initiale Paris) , aspectos que se agradecen a la hora de largos viajes en familia. Y permite  un uso en la nieve o fuera del asfalto más allá que otros SUV.

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