Durante más de seis décadas, un total de 19 triunfos absolutos, innumerables éxitos en su categoría e increíbles momentos de emoción vinculan a Porsche con las 24 Horas de Le Mans, la legendaria carrera de resistencia.
Pero fue un 14 de junio de 1970, cuandoPorsche consiguió su primera victoria en la general con el 917 KH de 580 caballos de potencia. Cincuenta años después, el fin de semana del 13 y 14 de junio de 2020, el Museo Porsche mostrará el prototipo ganador en su exposición.
Desde que Porsche participó por primera vez en esta prueba clásica de resistencia, en 1951, y logró de inmediato la victoria en su categoría con el 356 SL, esta carrera se ha convertido en indispensable para el fabricante de automóviles deportivos. Pero hubo que recorrer un largo camino para obtener el primer gran triunfo. Hasta finales de 1960, Porsche jugó un papel menos relevante al concentrarse en las categorías de menor cilindrada. Después, Porsche inició un cambio de estrategia a finales de los sesenta. En 1969, Porsche estuvo a solo 75 metros (o, lo que es lo mismo, a menos de un segundo) de la victoria en el final más apretado de la historia de Le Mans. Pero en ese momento, ya se había incorporado mucho de lo aprendido en los años anteriores para preparar la carrera de 1970. En este año, además del primer puesto de Hans Herrmann y Richard Attwood a los mandos del un Porsche 917 KH, Gerard Larrousse y Willy Kauhsen fueron segundos con el Porsche 917 LH Martini y Rudi Lins y Helmut Marko terminaron terceros con el Porsche 908/02, lo que supuso un rotundo triunfo para Porsche.
Hans Herrmann y Richard Attwood recuerdan la carrera
En 1970, después de exactamente 4.607,811 kilómetros o 343 vueltas, Hans Herrmann y Richard Attwood cruzaron la línea de meta en cabeza con el 917 KH número 23 de Porsche Salzburgo. “Fue una carrera dominada por la lluvia y tuvimos que estar permanentemente cambiando neumáticos y adaptándonos a la situación. No era el desgaste el que nos obligaba a ello, sino los cambios constantes de las condiciones meteorológicas. La coordinación de todo el equipo es lo que nos llevó a la victoria. Competir en una carrera de resistencia de 24 horas con solo dos pilotos no es una hazaña fácil”, comenta Hans Herrmann recordando aquello.
Muchos de los competidores, entre ellos numerosos Porsche, se fueron retirando poco a poco de la prueba. “Le Mans es una carrera donde todo va bien, o no va. En esos días, las 24 Horas eran más una prueba de conducción de resistencia que una carrera”, recuerda Richard Attwood. “Ganar Le Mans con Porsche y Hans fue algo completamente inesperado porque nuestro coche no tenía la puesta a punto adecuada para altas velocidades. Hans y yo fuimos simplemente un equipo de ensueño”.
“Trabajamos en el coche hasta el último minuto”, comenta Hans Herrmann. “El 917 era en principio un coche de competición muy difícil de pilotar. Nos conducía él a nosotros, y no al revés, hasta que pudimos optimizar la aerodinámica y transformarlo en un vehículo ganador”. De regreso a casa en Stuttgart, la victoria de Porsche se celebró con un desfile de automóviles por la ciudad y en la plaza principal. “Esta victoria fue ganando importancia con el paso de los años. Quién podría haber pensado que Porsche se convertiría en la marca récord de esta carrera”, señala un satisfecho Richard Attwood. “Yo, además, tuve un contratiempo adicional aquel día: no pude comer nada durante la prueba y solo bebía leche para mantenerme en forma al volante. Luego supe que estaba desarrollando paperas”.