Si bien se parece mucho a la generación anterior, no nos equivoquemos. El nuevo Range Rover en realidad cambia drásticamente. Nueva plataforma y nuevos motores para afianzarle como el líder.

Una institución en sí misma, la gama se actualiza para una quinta generación: el rey ha muerto, viva el rey. Pero con una flema británica, “of course”, el buque insignia de Land Rover ofrece una línea inmediatamente reconocible, si bien no conserva ningún elemento de su antepasado. Los abridores de las puertas se esconden, como en el Evoque. Además de los parachoques rediseñados, las luces traseras son las que más cambian. Mientras que muchos fabricantes optan por una tira cromada o una tira LED entre las ópticas, Land Rover ha optado por una tira negra que conecta las luces verticales (posición e intermitentes), en forma de U invertida. Y en el techo, no es una sino dos antenas de tiburón las que aparecen.

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Y el interior

Por dentro, su majestad no renuncia a nada. El ambiente refinado juega plenamente la carta del lujo, y los materiales utilizados están en sintonía: cueros gruesos, lana, madera, metal e incluso cerámica en los acabados a medida de SV, hay algo para satisfacer todos los deseos, siempre y cuando nuestras posibilidades económicas respondan.

Y todo sin olvidar la tecnología de punta que se integra de forma bastante discreta. Aparte de la tableta con pantalla táctil de 13,1 pulgadas que parece flotar en la consola central, solo hay unos pocos botones y controles.

Por cierto, que se ha realizado un trabajo muy profundo, para evitar que cualquier sonido de viento o rodadura lleguen a los ocupantes.

Finalmente, el Range clásico (5,05 m de largo) es solo el más pequeño de las dos carrocerías disponibles, ya que también existe un chasis largo, hablamos de 20 cm adicionales en su distancia entre ejes (el voladizo no cambia), ofreciendo así, en una configuración de 4 plazas, unos asientos traseros que nada tienen que envidiar a los de una limusina. Asientos reclinables y con masaje, sistema de sonido Meridian de 1600 W, pantallas de entretenimiento…, los felices pasajeros traseros pueden disfrutar del trato VIP que se espera en este nivel de la gama. Pero por primera vez en su largo reinado, el abanderado inglés ofrece una configuración de 7 plazas sin precedentes, en caso de que familias numerosas (muy adineradas) deseen viajar en grupo con la mayor comodidad.

Nueva plataforma

Para soportar el peso de sus ambiciones, la gama Rover 2021 está lanzando una nueva plataforma llamada MLA, preparada para incluir motorizaciones cien por cien eléctricas. Y este último puede estar hecho en un 80% de aluminio, lo que no impide que supere las 2,4 toneladas. Y de nuevo, cuente 200 kg más para la versión larga. Afortunadamente, sus diseñadores han pensado en dotarlo de una panoplia tecnológica de muy alto nivel, que incluye elementos como las ruedas traseras direccionales (mayor estabilidad a alta velocidad y mejor maniobrabilidad a baja), o el antivuelco activo, para permitir que, a pesar del peso y tamaño, se mueva con la gracia de una bailarina. En cuanto a la tracción total y la suspensión neumática, evidentemente, también son de serie, permitiendo este último en particular (combinado con una amortiguación controlada Bilstein) ofrecer hasta 29,5 cm de distancia libre al suelo para afrontar el terreno más hostil sin ponernos nervioso, incluido vadear un rio de 90 centímetros de profundidad.

Electrificación

En el mercado español, ya hay disponibles dos motores V6 de gasolina, de 3.0 litros e hibridación ligera, de 300 y 350 CV respectivamente. Hay igualmente en gasolina un nuevo V8 biturbo de 4.4 litros y 530 CV, que sustituye al antiguo 5.0 Supercharged.

 A estos se sumarán, a partir del 17 de enero de 2022, dos híbridos enchufables, de 440 y 510 CV respectivamente. En ambos casos llevan una gran batería de 38,2 kWh que les permite, en teoría, recorrer hasta 100 kilómetros en modo solo cien por cien eléctrico, unos 80 kilómetros en un uso real, distancia ya considerable para un híbrido enchufable. Es uno de los pocos vehículos PHEV que ofrece una capacidad de carga rápida con corriente continua de 50 kW. Puede cargarse hasta el 80 % en apenas una hora, por lo que es uno de los modelos híbridos enchufables de carga más rápida. Para una mayor comodidad, la carga de batería en casa con una toma de cargador de pared de corriente alterna de 7,2 kW nos permitirá alcanzar la carga completa en cinco horas.

En cuanto a las versiones diésel, no se comercializarán en España, al contrario que en otros mercados.

¿Tentado por la aventura? Lo único que queda es disponer de un mínimo de 143.300 euros, cantidad que puede subir mucho más una vez te adentras en las opciones y motores.