ŠKODA presenta estos días su gama eco en la que podemos encontrar cuatro modelos equipados con tres sistemas de propulsión ecológicos. Y es que hay que distinguir dos aspectos. Por un lado y bajo el paraguas de la nueva submarca Skoda iV, la firma desarrolla su propia garma de eléctricos y electrificados. Y por otro nos ofrece nuevas versiones para Gas natural Comprimido (GNC).
Dentro de los eléctricos y electrificados , tenemos el SUPERB iV híbrido enchufable. Cuenta con un motor de gasolina 1.4 TSI de 156 CV asociado a un eléctrico de 85 kW, y es el primer modelo híbrido enchufable de la marca. Puede recorrer hasta 57 km en ciclo WLTP de forma exclusivamente eléctrica. La batería, con una capacidad bruta de 13 kWh (10,4 kWh netos) puede recargarse cómodamente durante la noche en aproximadamente cinco horas usando un enchufe doméstico convencional; si se usa una wall box más potente, esto solo requiere tres horas y media.
La autonomía total del SUPERB iV es de hasta 930 km. Comparado con modelos que solo usan motor de combustión, la variante iV no solo puede equiparse con cualquiera de los sistemas de infoentretenimiento de la reciente tercera generación de la plataforma modular de infoentretenimiento MIB, sino que también está disponible con sistemas de asistencia opcionales adicionales, como el Trailer Assist y el Area View. El aire acondicionado puede controlarse de forma remota usando una app.
CITIGOe, el primer eléctrico de ŠKODA
La segunda novedad es el CITIGOe iV. En este caso se trata de un modelo cien por cien eléctrico y que 3,59 metros de largo aunque con un interior muy bien aprovechado) es perfecto para ciudad. Tiene un motor eléctrico de 61 kW (82 CV) y un par de 212 Nm. Su recortado tamaño y agilidad le hacen práctico y divertido a la hora de moverse por ciudad. La batería de iones de litio de 36,8 kWh de capacidad, de los que pueden usarse 32,3 kWh, y permite una autonomía real de hasta 253 km, suficiente para dar respuesta a las exigencias de un entorno urbano. Para pasar de 60 km/h a 100 km/h solo requiere 7,3 segundos, y de 0 a 100 km/h en 12,3 segundos. La velocidad punta es de 130 km/h. En modo Eco, la electrónica limita la entrega a 50 kW y un par motor de 167 Nm. Así, el coche es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 14,3 segundos, y su velocidad punta es de 120 km/h. El rendimiento del aire acondicionado también se ajusta ligeramente en modo Eco. El CITIGOe iV alcanza su máxima eficiencia cuando se conduce en modo Eco+: la unidad de aire acondicionado se desactiva y se restringe la entrega del motor a 40 KW y 133 Nm de par motor, lo que se traduce en una velocidad punta de 95 km/h.La batería de iones de litio del ŠKODA CITIGOe iV tiene una capacidad de 36,8 kWh, de los que pueden utilizarse 32,3 kWh. La batería de 60 Ah consiste en 168 celdas y mide 1,1×1,7 m. Con una altura de tan solo 30 cm, está integrada de forma compacta en el suelo del chasis debajo de los asientos y del túnel de transmisión. La autonomía real es de hasta 253 km (en ciclo WLTP) cuando circula en modo Eco+.
La batería puede recargarse al 80% de capacidad en 1 hora usando un cable CCS (Sistema de Carga Combinada) conectado a un cargador rápido DC de 40 kW. Usando un punto de recarga de 7,2 kW CA, la batería puede cargarse al 80% en 4 horas y 8 minutos, o en 12 horas y 37 minutos si se emplea una estación de carga doméstica de 2,3 kW.
La movilidad eléctrica ya constituye pilar fundamental de la estrategia de sostenibilidad “Green Future” de ŠKODA, y también forma parte del ADN de la compañía de Mladá Boleslav. Para 2025, está previsto que un 25% de todos los vehículos de la firma entregados estén electrificados, y las emisiones de CO2 del conjunto de la flota se reduzcan en un 30% respecto a 2015. Tras el lanzamiento del CITIGOᵉ iV y del SUPERB iV, la gama de productos de la nueva submarca ŠKODA iV incorporará más de diez modelos electrificados para finales de 2022.
Y versiones a gas GNC
Y otras dos novedades pero en este caso relacionadas con el Gas Natural Comprimido GNC. El SUV urbano KAMIQ y el compacto SCALA, ambos lanzados en 2019, se suman a la gama de modelos G-TEC de ŠKODA con propulsor GNC. Ambos montan un motor 1.0 TGI de 90 CV, con cambio manual. El 1.0 TSI de serie, para funcionar con GNC, ha sido equipado con distintas levas de entrada y escape, un cabezal de cilindro revisado, una nueva toma de inducción, un regulador electrónico de la presión del gas, así como toberas de inyección especiales adaptadas para funcionar con GNC, y válvulas de escape especialmente resistentes a las altas temperaturas. Además, como la combustión de GNC es limpia y no produce partículas, no hay necesidad de filtro.
Ambos modelos disponen de tres tanques de GNC de acero y un depósito de gasolina de nueve litros, permitiéndoles ir cambiando de un carburante en otro en función de la situación de conducción, garantizando así un consumo optimizado. El cambio entre los modos de gasolina y GNC ocurre de forma automática, sin que el conductor tenga que hacer nada. El motor arrancará en modo gasolina con temperaturas exteriores por debajo de los -10ºC o si el sistema de GNC se queda sin combustible hasta el punto de que la presión dentro del depósito cae por debajo de los 11 bar. El depósito de gasolina también actúa como reserva de combustible, en caso de que no haya una gasolinera con GNC al alcance del vehículo. De esta forma tanto el KAMIQ como el SCALA G-TEC disponen de una autonomía de 410 kilómetros funcionando únicamente con GNC y de 220 km con gasolina, para una autonomía total combinada de 630 km en ciclo WLTP.
Como parte de los esfuerzos de para reducir las emisiones de CO2, el GNC jugará un papel clave en el mix de sistemas de propulsión de ŠKODA durante los próximos años. El gas natural comprimido (GNC) proporciona una alternativa eficiente y ecológica a los motores que funcionan únicamente con gasolina o diésel. En comparación con los combustibles convencionales, el gas natural tiene una combustión más limpia. Comparado con la gasolina, el GNC produce cerca de un 20% menos de CO2 y significativamente menos óxido de nitrógeno (NOx). Además, este combustible no genera ningún tipo de partículas contaminantes. Si se emplea gas extraído de fuentes renovables, el consumo resultante es especialmente sostenible. Adicionalmente, los motores que funcionan con GNC son más silenciosos que los propulsores convencionales, por lo que contribuyen a rebajar la contaminación acústica.
Además, debido a las bajas emisiones y al precio comparativamente bajo del GNC en muchos países, así como a su mayor contenido energético, resulta significativamente más barato y eficiente que las alternativas: en función del precio del combustible, puede permitir ahorros de hasta el 50% respecto al diésel y de hasta el 60% respecto a la gasolina.