El retrovisor

De coche papal a limusina de bodas low cost, la curiosa historia de un Peugeot 604 HLZ

A Giscard d’Estaing, presidente de la República Francesa entre los años 1974 y 1981, le gustaba el 604, buque insignia de Peugeot en aquella época, hasta el punto que conducía personalmente uno e incluso  animó a la marca del león a crear una limusina sobre esta base para ser utilizada como coche representativo de la Presidencia de la República Francesa. De hecho, cuando realizaba una visita oficial a otros países, Giscard d’Estaing solía usar un 604.

Para desarrollar esta versión se recurrió al carrocero francés Heuliez.  Heuliez era una antigua empresa de carácter familiar que tenía sus raíces en la construcción de  carros y carretas para agricultores en el S XIX  y que mantuvo esta actividad hasta principios del SXX cuando  Louis Heuliez, tras la Primera Guerra Mundial decide transformar su actividad y dirigirla hacia el mundo del automóvil. Precisamente la primera carrocería que realiza, en el año 1925, fue sobre un chasis Peugeot 177 B que transformó de vehículo utilitario a berlina familiar.

 La génesis del 604 Limousine no fue sencilla: aunque el primer prototipo se presentó en el Salón de París en octubre de 1978, su producción no comenzó hasta finales de 1979.  Respecto al 604 normal, el 604 HLZ  alargaba su longitud total de 4,62 a 5,34 metros, mientras que la batalla o distancia entre ejes crecía de 2,80 a 3,42 metros. Y de las 5 plazas originales se pasaba a 8.

A principios de 1980 estaban disponibles una decena de unidades realizadas sobre la base del 604 SL, 604 D turbo y 604 TI, y casi todas en color gris ahumado metalizado. Al comienzo de la primavera de ese mismo año la red comercial de la marca comienza a recibir los primeros pedidos de la versión alargada, pero la homologación oficial de la motorización no llegó hasta mitad de junio. Las primeras entregas a los clientes se realizan en julio.

Visita papal

El 2 de junio de 1980, Juan Pablo II, el “Papa Viajero” tiene previsto realizar una visita a la ciudad de Lisieux, en Normandía, para rezar y rendir homenaje a Santa Teresa de Lisieux dentro de la gran basílica dedicada a ella en 1937. Para los desplazamientos del Pontífice en esa ocasión especial, Giscard d’Estaing solicita  a Peugeot un 604 Limousine. Así Peugeot saca de su parque la limusina número 9500010 y se la envía de nuevo a Heuliez para adaptarla a la visita papal: se instala un techo corredizo, una barra de sujeción interna y una tarima en lugar de los asientos plegables. El automóvil así preparado es devuelto a Peugeot  justo a tiempo para el evento del 2 de junio, pero quedaba por resolver un problema no secundario. Todavía no se había obtenido la homologación del motor, por lo que hubo que colocar una placa de matrícula temporal. Esa fue la primera vez que un 604 Limousine desfilaba por carretera en un evento público. Ese día, abrían y cerraban el cortejo papal varios Peugeot 504 y 604, todos de color gris metalizado.

Pintada a brocha

Tras la visita de Juan Pablo II a Lisieux, la limusina 604 fue enviada de regreso a Heuliez para eliminar todos los cambios realizados y devolverla a su configuración original. Regresó más tarde al parque Peugeot, se vendió como vehículo de segunda mano y comenzó una nueva vida que la llevó a las costas del Mediterráneo en la década de los noventa, concretamente a Marsella, donde fue reconvertida en una limusina de estilo americano. Pintada de blanco (con brocha) y con una falsa antena de televisión en forma de boomerang en el capó trasero, fue la acompañante de un fotógrafo que transportaba a parejas jóvenes recién casadas con presupuesto limitado ¡Todo un contraste!

Perdida en una bodega

In extremis, fue rescatada por un fan que la guardó en la bodega de un pequeño productor de champán en la región de Champagne Ardenne, donde fue olvidada por un tiempo en medio de botellas de vino. Sin embargo, desde hacía tiempo algunos buscaban uno de los 124 ejemplares de Limousine únicos fabricados por Heuliez entre 1980 y 1985. Si bien el exterior estaba en bastante mal estado, mantuvo su interior original en excelentes condiciones, así como el motor PRV de seis cilindros en V y 2.664 cm3 (fruto de la colaboración de Peugeot, Volvo y Renault), caracterizado por el ángulo particular de 90 ° entre las bancadas de  los cilindros. Un motor que confirmó su robustez arrancando a la primera y con su típico sonido. El acuerdo se cerró y se firmó con una copa de champán.

Así fue como esta unidad 604 Limousine llegó a Italia, concretamente a la Toscana, a la Galerie Peugeot, donde fue sometida a una importante restauración. Pero nadie conocía la verdadera historia de ese chasis tan particular, que hasta entonces había estado oculto entre los documentos de la época. Fue gracias a la curiosidad de un miembro del Club Peugeot 604, que visitó la sede de Heuliez para estudiar toda la documentación relacionada con estas limusinas y descubrió la verdadera historia de esta unidad.

Hoy, el 604 Limousine Heuliez con chasis número 10 se exhibe con su uniforme original en la Galería Peugeot de San Gimignano

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