Ruta verde

Consumos reales del Mazda MX-30 eléctrico

Mazda es una marca con planteamientos siempre originales, propios, que no le gusta seguir caminos conocidos. A la hora de concebir su modelo cien por cien eléctrico, el MX-30, no ha roto estas premisas.

Es original en cuanto a carrocería con su estética de SUV “coupé”, una distancia al suelo un poco más alta que la de un sedán (13 cm) y las mini puertas traseras antagónicas, que facilitan la entrada a las plazas traseras (mejor que en un dos puertas puro y duro) o para situar un asiento infantil. Unas plazas traseras, por cierto, muy utilizables teniendo en cuenta el corte deportivo de este modelo.

Pero es también diferente a la hora de su planteamiento eléctrico. Frente a otras marcas que parecen centrarse en lograr una autonomía lo más amplia posible, a costa de incorporar grandes baterías y, como consecuencia, incrementar el peso del coche, el fabricante japonés se centra en las necesidades diarias de un usuario.

¿Y cómo lograr mantenerse en un peso comedido para ser un eléctrico?  Pues optando por un tamaño de batería (35,5 kWh) bastante ajustado que permite alcanzar sin problemas una autonomía de 200 kilómetros según el ciclo WLTP, más que suficiente si tenemos en cuenta que los conductores europeos hacen una media de 48 kilómetros al día.

En nuestro caso la prueba del Mazda MX-30 se ha centrado en ver el uso diario de este modelo eléctrico en una ciudad como Valladolid y sus alrededores, a lo largo de siete días. Pero en lugar de optar por esos 50 kilómetros de media diarios, hemos querido ir más lejos:130-140 kilómetros por día.

Siete días de pruebas

En conjunto, en nuestra semana de pruebas hemos realizado 133 kilómetros diarios de media. Y el escenario han sido calles de Valladolid y recorridos en su entorno.

Al final de cada jornada nos quedaba sin consumir (hablamos de la media de todos los días) el 25% de la batería y una autonomía de 52 kilómetros. El consumo medio ha estado en 16,5 kWh/100 km y la velocidad media ha sido de 41 km/h. Es decir, que el planteamiento de Mazda es muy adecuado para este uso del día adía de un conductor que, en realidad de forma diaria hace unos 40 a 50 kilómetros, frente a los 133 de nuestra prueba.

Y es que el MX-30 no pretende reemplazar un coche térmico sino poner en manos de determinados usuarios, un coche eléctrico diferente y por unas tarifas muy ajustadas.  La idea de Mazda, con el MX-30, es adoptar la perspectiva opuesta a la carrera por la autonomía, bajo la premisa que la energía eléctrica está destinada por naturaleza a un uso predominantemente urbano o periurbano y, por lo tanto, para viajes que rara vez superan unas pocas decenas de kilómetros.

En cuanto a la recarga, puede realizarse a velocidad normal empleando corriente alterna con una potencia de hasta 6,6 kW o con un cargador rápido de corriente continua. El modelo es compatible con cargadores de corriente continua de 125 A según el estándar CHAdeMO o COMBO. La adopción del estándar más extendido en cada región específica permite recargar el Mazda MX-30 en cualquier estación de carga de la red.La batería del MX-30 puede cargarse del 20% al 80% en 3 horas con corriente alterna o en 36 minutos con corriente continua. Lo dicho, Mazda tiene sus propias ideas y este planteamiento, pensando en el uso real de un eléctrico, le permite ofrecer un modelo original y, al tiempo, racional.

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